Suplementación proteica

Más ganado
Nutrición de los vientres de cría.


La utilización de sorgos o maíces diferidos para el invierno es una técnica que ha sido muy difundida en los últimos años. Sin embargo su calidad forrajera se ve afectada por la época en que se aprovecha, puesto que a medida que se acerca el invierno, disminuye marcadamente la digestibilidad y la cantidad de proteína.

Una alternativa de manejo nutricional es el balanceo de la dieta mediante el suministro de concentrados con proteína. Dicha técnica frecuente en animales de recría o en invernada no es una práctica habitual en vientres de cría.



Frente a la escasa información generada en sistemas de producción de otros países, realizadas además con disferente base forrajera y distintos biotipos animales, técnicos de la Estación Experimental del INTA Cuenca del Salado están realizado un trabajo mediante el cual han comprobado que la falta de proteína durante el último tercio de la gestación podría producir efectos negativos en el desarrollo fetal, y traducirse en bajos índices productivos y reproductivos en sus crías.

Para el ensayo se dividieron 98 vacas al azar en dos tratamientos. El grupo control solo tuvo acceso al sorgo diferido y al grupo tratado se le suministró 1,6 Kg de pellet de girasol diarios. La suplementación comenzó a principios de junio y finalizó al momento del parto. Luego del parto las vacas del grupo control y suplementadas se juntaron y permanecieron como un solo rodeo en un potrero de campo natural.

Las vacas estuvieron en una superficie total de 10,8 hectáreas de un sorgo silero (Don Mario ORLY) con una disponibilidad de 10.198kg/ha al cual se le asignó una carga de 8,5 vacas/ha. Para mejorar el aprovechamiento del forraje se realizó un pastoreo de avance frontal.

Según informan los técnicos del INTA “la suplementación proteica permitió aumentar el consumo en un 9% y mejorar el aprovechamiento del forraje. Eso se debería probablemente a una mejor digestión de la fibra y a un aumento en la tasa de pasaje del forraje”.
  

Con el trabajo se evaluó el estado corporal de las vacas al momento del parto utilizando la escala de 1 a 5 (1=flaca, 5=gorda). Se observó una diferencia a favor de las vacas suplementadas (2,7 versus 2,4) asociado posiblemente a un mayor consumo de materia seca digestible. La suplementación preparto también tuvo efecto en el desempeño reproductivo de las vacas posparto, a los 45 días de paridas se realizó una ecografía para determinar el estado de los ovarios y se observó que el 38% de los vientres suplementados estaba ciclando, mientras que en el grupo no suplementado solo el 18%.


En el Cuadro 2 se muestra la evolución de peso de los terneros hijos de los dos grupos de vacas. Se observaron diferencias significativas en el peso de los terneros al destete y en las ganancias diarias de peso durante la lactancia.

A partir del trabajo realizado los técnicos del INTA pudieron determinar que la restricción proteica en dietas de vacas de cría durante el último tercio de gestación puede afectar no solo el estado corporal al parto y el porcentaje de preñez sino también el desarrollo de los terneros durante la lactancia.

Futuros trabajos se focalizarán en tratar de determinar si este efecto puede permanecer a largo plazo en la vida de los terneros afectando el desarrollo del aparato reproductivo en las hembras que se recrían para reposición y el desarrollo y calidad de carne de los machos en la invernada.

Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado INTA Rauch. Av. Belgrano 416
Tel. (02297) 440525. E-mail: cdsalado@correo.inta.gov.ar
Referentes: MV. Sebastián Maresca, Ing. Agr. Sebastián López Valiente