Otoño -
invierno
Estrategias para la mejora productiva de la recría.
Promoviendo la
generación de información sobre esta alternativa para mejorar la productividad
desde la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA, a través de la Chacra
Experimental Integrada Chascomús,
desde hace casi dos décadas se trabaja en un módulo cerrado, orientado a la
generación de información para la integración a la cadena de la carne de los
criadores.
Para los
técnicos “la recría de terneros de producción propia puede ser una interesante
alternativa para complementar a los rodeos de cría”, por lo que con los datos
que obtienen y considerando las condiciones climáticas y los recursos con los
que se cuenta en cada estación del año, son capaces de brindar pautas que
facilitan la mejora del manejo del ganado bovino.
Relevando la
situación de los campos de la región, para la etapa otoño – invierno los
profesionales sugieren atender a cuestiones como las “bajas ganancias de peso, el manejo horario de verdeos
de invierno y el encierre de inicio de terneros en silaje de autoconsumo”.
Bajas ganancias en inicio de recrías: La importancia
de la suplementación estratégica de otoño
– Invierno.
Muchas veces no
se encuentran explicaciones del por qué los terneros de recría en crecimiento o
engorde no logran buenas ganancias de piso vivo (GDPV), aun teniendo excelentes
recursos forrajeros y a veces en abundancia. “Es el clásico ejemplo de lo que
ocurre en otoño y principios de invierno en avena, raigrás o pasturas de alta
calidad” señalan los técnicos del INTA Cuenca del Salado, explicando que esa situación se da por “el exceso de amonio
en el rumen, producto del alto valor proteico de estos forrajes en ese momento
del año sobre todo con otoños lluviosos y alto nivel de Nitrógeno en el suelo y
debido, en algunos casos, a la fertilización con nitrogenada, en general usando
Urea”.
La alta
concentración momentánea de nitrógeno en el rumen no es captada en plenitud
debido a la escases de energía, o sea que el forraje en esta época puede
encontrarse desbalanceado (mucha proteína y pocos carbohidratos), esto hace un
funcionamiento especial en el organismo del rumiante que requiere remover este
nitrógeno, con el mayor funcionamiento del hígado y un considerable gato de
energía.
Todo este
funcionamiento diferente del organismo es lo que provoca las pocas ganancias y
en algunos casos especiales puede verse hasta intoxicación, por este exceso de amonio en el rumen. La sintomatología clásica es la de animales
débiles, que no avanzan y con diarreas.
“Esto podemos
revertirlo con un adecuado balance de dieta, o sea aportando la energía
necesaria para captar ese Nitrógeno, y se logra suplementando con concentrados
energéticos (cereales como maíz, trigo, cebada), alimento balanceados para tal fin, o silajes de
buena calidad” indican los profesionales.
Además “es posible complementarlo con tecnologías de manejo, como la
entrada a la nueva parcela en horas de la tarde o posterior al medio día,
momento en el cual la variación diaria del forraje es más favorable” (mayor
energía después de varias horas de fotosíntesis).
Desde el año
2003 en el módulo de invernada de la Chacra Experimental Integrada Chascomús “se
utilizan todos los años promociones de raigrás anual y a veces avena para la
categoría de terneros de destete”. Ambos cultivos “son corregidos con
suplementación estratégica con grano de maíz, sorgo (los dos aplastados o
molidos) y el último año con silo de maíz” explican los técnicos a cargo de los
trabajos, indicando que “la medida se implementó luego de una mala experiencia
en el año 2004 en el que se comparó avena Calen con tres cultivares de raigrás
anual, en siembra directa y en convencional”.
El resultado de
esa prueba “para todos los cultivos fueron las bajas performance e los animales,
dado que no hubo ganancia de peso en el primer pastoreo (mayo) y además murió
un ternero; y en el segundo pastoreo (junio) la ganancia fue de unos 100
gr/cab/día, muy baja” recuerdan los profesionales, asegurando que “se corrigió
esta falencia logrando buenos resultados con diversos suplementos como sorgo en
grano húmedo, maíz húmedo y seco, y silaje de maíz (Cuadro
1).
Con los
resultados obtenidos, “desde el año 2012 se está experimentando con silaje de
sorgo, como también con el retraso de la fecha de entrada a los verdeos hasta
mediados o fines del otoño, con un suministro previo de pasturas de menor
calidad, con material pasado o sazonado”.
En varios años “las
diferencias entre la
ganancia diaria de peso vivo y el costo de la suplementación no era conveniente
económicamente, sin embargo los beneficios de un suplemento corrector o
balanceador de dieta pueden verse en todo el sistema y a largo plazo”, indican
los técnicos del INTA.
Pastoreo horario de verdeos de invierno: Una alternativa
para ser más eficiente en el uso y cuidad el recurso.
La alta carga
animal que soportan la mayoría de los establecimientos productivos de la zona
de la Cuenca del Salado bonaerense obliga a desarrollar nuevas tecnologías de
producción y utilización de forraje. Una de estas es el pastoreo horario de
recursos forrajeros de muy buen valor nutritivo como los verdeos de invierno.
En la Chacra
Experimental Integrada Chascomús desde hace varios años se practica esta
metodología de utilización en avena y raigrás anual, durante el tiempo que
abarca los meses de junio y septiembre inclusive, fecha característica de
excesos hídricos con la consiguiente falta de piso para la utilización de estos
recursos.
Una forma de
llevarlo a cabo es la de darle al rodeo
de cría “almuerzos”, o en acotados periodos de tiempo una avena o
raigrás anual con alta disponibilidad y en parcelas chicas De ese modo los
técnicos aseguran que “los animales levantan una buena cantidad de pasto en una
o dos horas, según lo que se les quiera suministrar, dependiendo de su estado
(preñada o parida) y de otro recurso forrajero o reserva que se esté utilizando”.
“Es una buena forma de administrar un verdeo de invierno que tienen muy buena
calidad nutritiva y que pocas veces se analiza en dárselos a las vacas, pero
que sirve para utilizar mejor o complementarse con otros tipos de alimento como
el rollo o el silo de sorgo como en nuestro caso”, aseguran los profesionales
del INTA. De esta manera “se evita el exceso de pisoteo y aumenta la eficiencia
de cosecha del verdeo, ya que la hacienda en el tiempo que se le asigna se
dedica exclusivamente a comer, al estar acostumbrada y saber que cuenta con un
tiempo acotado para pastorear”.
Para realizar
este método de pastoreo, resulta imprescindible saber la capacidad de consumo o
cuanto pueden levantar de forraje por unidad de tiempo. Para esto en el INTA Cuenca del Salado durante
varias semanas “se experimentó con el rodeo de Cría Intensiva, asignándole
cantidades de forraje parecidas, en la misma superficie (kg MS/ha), y
variándole el tiempo de pastoreo, de media hora a tres horas
(0,5 hora; 1 ; 1,5 ; 2 ; 2,5 y 3 horas), repitiendo cada tratamiento de
tiempo durante 3 o 4 días.
Con los
resultados de este ensayo los técnicos del INTA pudieron concluir que “por hora
de pastoreo en avenas con buenas disponibilidades (1.700 a 3.200 kg MS/ha) el
consumo por cabeza es de 1,9 kg MS, dejando remanentes muy bajos, de 630 a 890
kg MS/ha”.
De acuerdo a los
datos registrados “en el rango que va de la media hora a las dos horas se
evidencia mayor estabilidad, mientras que luego de ese tiempo los datos se
muestran más variables”.
Entre los puntos
muy destacables los técnicos resaltan “las eficiencias de cosecha o utilización
que se obtienen de este modo, de 65% a 80% aproximadamente; siempre
considerando que no es lo único que consumen diariamente”.
Asimismo, “un
aspecto a tener en cuenta es el horario en que se realiza, y para este tipo de
forrajes y en esta época del año, lo más conveniente es realizarlo a primeras
horas de la tarde, ya que de esta manera se obtendrá la mejor relación
energía/proteína diaria” (que varía según el momento del día).
Con los
resultados obtenidos desde la Experimental Cuenca del Salado del INTA se ha impulsado
el desarrollo curvas similares para otros cultivos como el de raigrás anual y
promociones de raigrás anual. “Una
experiencia parecida en este tipo de recursos (promociones de raigrás anual) se
llevó a cabo durante los años 2015 y 2016, en este caso con terneros de
invernada, realizándose dos tratamientos: el tradicional con parcelas diarias y
otro tratamiento con acceso a la promoción solo durante 5 horas” (de 12 a 17 hs
y encierre nocturno), comentan los profesionales a cargo de los ensayos.
Al relatar la
experiencia los técnicos explican que “ambos tratamientos recibían
suplementación al 1% del peso vivo, unos 2 kg/cab/día” y en cuanto a los resultados
señalan que “las ganancias diarias de peso vivo promedio resultaban similares,
con un arranque sin ganancias o leves
pérdidas de peso, algo que es muy común en el inicio de recrías, producto de la
combinación de diversos factores como el estrés pos destete, el cambio de dieta
y a veces el desbalance de esta nueva dieta.
Los otros dos períodos de junio y julio fueron muy parecidos entre
grupos, con ganancias de entre 300 y 400 gramos por cabeza por día. Los grupos se conformaron con terneros machos
de entre 190 y 220 kg y se les suministraba la ración diaria de maíz durante la
mañana, previo al ingreso de las nuevas parcelas” (Gráfico 2)
El resultado más
contundente de esta experiencia fue el mejor uso del recurso forrajero en el
tratamiento de 5 horas, ya que se utilizaron 4,4 has en el total del período
evaluado (80 días) contra 5,64 para el tratamiento de parcelas de 24 horas con
libre acceso. “Esto da una diferencia de más de 25 % de forraje ahorrado o
mejor utilizado”, indican los técnicos, fundamentando que “en un período
acotado de tiempo el animal puede consumir la cantidad diaria, en este caso y
según estimaciones de tabla por peso vivo, ritmo de ganancia y calidad del
recurso forrajero, de unos 4 a 5 kg de materia seca de raigrás por día”. No obstante los profesionales también aclaran
que “las disponibilidades, remanentes y nuevas disponibilidades luego del
rebrote de las parcelas consumidas fueron similares; quizá la diferencia más
visible (aunque sin resultados medidos) fue el consumo más homogéneo o prolijo
del tratamiento de pastoreo horario”.
Encierre de Terneros al
inicio de la invernada: Una
herramienta que complementa a la recría pastoril y ayuda a ajustar carga.
Los
animales de menor peso en las tropas de terneros recién destetados que inician
una recría o invernada a pasto pueden ser un gran dolor de cabeza si no se les
presta atención. No solamente porque su
deficiente alimentación puede ocasionarles la muerte o retrasos irreversibles,
sino que su lento avanzar puede provocar que el ciclo se haga demasiado largo. En general el origen de estos bajos pesos puede
ser por diversos motivos como el menor tiempo de vida (últimos nacimientos),
una recría al pie deficiente, o hijos de vaquillonas o vacas en mal estado, y
sus interacciones.
Cuando
pasan al grupo con los demás terneros de mayor tamaño y todos comen el mismo
forraje son los que a menor ritmo avanzan, y cuando se les suministra
suplementación en general pierden en competencia, siendo los últimos en ir a
los comederos, cuando el suplemento se acabó o queda muy poco, haciendo que su
dieta sea más pobre que el grupo general.
Atendiendo
a esta situación que se da en los rodeos y para limitar el tiempo de la
invernada (que no pase el año) en la Chacra Experimental Integrada
Chascomús se ha experimentado de diversas formas
para lograr la gordura en estos animales colas. Ejemplo de esto es el encierre
en verano, cuando hay que desocupar las pasturas para el ingreso dela nueva
zafra, manejos diferenciados en la invernada con suplementación permanente, o
encierres al inicio de la invernada.
La
primera alternativa quizá sea la más simple, pero la más costosa, ya que los
animales próximos a la terminación (más de 300 kg) comen grandes cantidades de
alimento y su conversión es baja, por el tamaño y porque a veces arrastran
deficiencias por su mala recría. En
cuanto a los encierres al inicio de la invernada como opción de manejo,
diferenciar la tropa en otro potrero durante toda la invernada sería muy buena,
pero involucra la utilización de más potreros o divisiones con complicaciones
de logística y manejo.
La
tercera opción que proponen los técnicos del INTA Cuenca del Salado es “el
encierre de los colas al inicio de la invernada”, dado que según explican, “es
la más simple y adecuada, ya que aborda el problema de la mala alimentación de
estos terneros de entrada, y además con el encierre se descomprime por varios
meses la carga del resto los animales”. En general el tiempo de encierre es
variable, pero se puede estirar hasta el momento en el cual el crecimiento de
forraje comienza a superar los requerimientos de todo el lote (fines del
invierno). “La gran ventaja de esto es que permite llegar con todos los
animales en estados y pesos muy parecidos, haciendo el lote más homogéneo”,
indican los profesionales destacando además que “la eficiencia de conversión de
estos animales livianos es muy buena, ya que comen muy pocos kg y avanzan a
gran ritmo”.
Una
de las claves para el éxito de esta práctica es el alimento a suministrarles,
el mismo debe aportar los niveles adecuados de energía y proteína, complementado
por minerales y vitaminas. Una opción usada en el ensayo en este trabajo fue la
administración de un alimento balanceado 15% de proteína. Esto simplificó el
manejo y brindó la ventaja de incluir todos los elementos requeridos por los
animales. En otros casos podría elaborarse el alimento en el campo, a partir de
grano de maíz complementado con un concentrado proteico o con maíz, expeller de
soja o girasol más una premezcla vitamínico mineral.
A
modo de prueba en el mes de Junio de 2014, y luego de comprobar por más de un
mes que los terneros más livianos (145 kg) no avanzaban, los técnicos del INTA
resolvieron encerarlos. En la experiencia “a la mitad del lote se le suministró
el balanceado a voluntad, en silo de chapa autoconsumo que se reabastecía
semanalmente, en un piquete sin pasto y con rollo a voluntad. A la otra tropa, del mismo peso promedio y
composición entre machos y hembras, se le suministró al 1,5 % del peso vivo
aproximadamente (suponiendo que era la mitad de sus necesidades diarias), con
rollo y forraje de calidad a voluntad”. La evolución de los pesos de ambas
tropas manifestó “un mejor avance de la tropa que comía a voluntad”.
Con
los registros los técnicos explican que “puede verse en forma clara, la mejor
evolución de los terneros que comieron alimento balanceado a voluntad, llegando
a promediar en el ciclo de más de 3 meses una ganancia diaria promedio de 1,311
kg/cab/día vs 0,847 kg de los suplementados al 1,5% PV, es decir un 55% más de
ritmo de ganancia diario, llegando a un peso final en el ensayo de 274 kg
promedio por cabeza vs 228 kg de los suplementados al 1,5%, 46 kg de diferencia
por cabeza”.
En
cuanto al consumo de alimento balanceado, “el tratamiento de terneros a
voluntad promedió la cantidad de 5,10 kg/cab/día y los suplementados al 1,5%
promediaron los 2,69 kg/cab/día”. Al respecto los profesionales destacan la
altísima conversión del tratamiento a voluntad, “ya que promedió los 3,89 kg de
alimento por kg de ternero producido”.
El
salir del corral de encierre en octubre, en general con un panorama forrajero
óptimo y animales cercanos a los 300 kg, puede ser determinante para
terminarlos en el año. Sin embargo un aspecto a cuidar es el cambio de la dieta
al pasar a pasto, siendo lo ideal “sostener una suplementación a campo durante
por lo menos 15 días y luego pueden seguir solo a pasto, durante la primavera”.
Según
aseguran los técnicos del INTA Cuenca del Salado “esta técnica además de ser
muy útil dentro de un planteo de ciclo completo, como el de la Chacra
Experimental, es de suma utilidad también para los criadores que venden
terneros de invernada, ya que en todos los rodeos siempre existe un porcentaje
de terneros “cola”, que al momento de la zafra tienen menos peso y valor”. Ese
mismo ternero con excelentes conversiones del alimento (3.2 a 3.9 kg de
alimento/kg de ternero) se puede retener en el campo, mejorar su estado y peso,
llegando a momentos de venta, fuera de estación. Además con este modo de manejo
“se requieren bajos volúmenes de alimento, durante una etapa acotada de tiempo,
lo que lo hace sumamente práctico y rentable con las relaciones de precios
actuales”.
Los
resultados de los tres trabajos “son producto de experimentación realizada en
su totalidad en la Chacra Manantiales, siendo algunos presentados en Congresos
y otros contribuyendo a realizar tesis de grado de estudiantes de agronomía,
pero lo más importante, todos desarrollados en artículos de divulgación
regional y comentados in situ en
Jornadas Ganaderas realizadas en la Estación Experimental”, indican los
profesionales de la Experimental Cuenca del Salado del INTA.
Para
mayor información:
EEA Cuenca del
Salado INTA Chacra
Experimental Integrada Chascomús. (INTA –MAA)
Tel. 02241 42-5075 | 43-6690
Referentes: Ing.Agr. Matias Bailleres
| Med. Vet. German
Pieroni