Reservado
Pautas para el silaje de planta entera.
El avance de la agricultura registrado hace algunos
años en la región bonaerense de la Cuenca del Río Salado propició la
disminución de animales en los rodeos bovinos y la superficie de pasturas de
alta producción. Sin embargo, factores como la inestabilidad climática de la
zona y el comportamiento del mercado de los cereales, impulsó el regreso de productores
y profesionales del medio a la producción ganadera como estrategia para diversificar
su producción y alcanzar mayor estabilidad productiva y económica.
Como parte de un trabajo de seguimiento, desde hace casi
una década, los técnicos de la Estación Experimental Agropecuaria Cuenca del
Salado de INTA realizan ensayos comparativos orientados a evaluar la eficiencia y alternativas de uso del silaje de la planta
entera como herramienta para
mantener una alta carga animal y buenas ganancias de peso del ganado.
A partir de la experiencia adquirida en los trabajos
a campo los técnicos del INTA señalan que “el silaje de planta entera es una
reserva versátil que presenta una alta producción de materia seca por hectárea,
y que puede ser usado con óptimos resultados en todas las categorías”. En vacas
de cría, “permite concentrar los vientres en poca superficie en las épocas
críticas de producción de forraje como el invierno o en el verano cuando los lotes están ocupados
por los cultivos de gruesa”. También es muy utilizado para la recría para “complementar
los verdeos de invierno y así mantener una carga alta y aprovechar la
producción de pasto de la primavera, al tiempo que “en los animales de engorde,
“se utiliza como una fuente de fibra para favorecer la rumia”.
Para
la nutrición animal “el silaje de planta entera presenta una alta palatabilidad
por lo que es rápidamente aceptado y consumido por todas las categorías de
animales”. Sin embargo “cuando se les ofrece en autoconsumo por primera vez
puede suceder que algunos animales no se acerquen, en especial las vacas”. En
estos casos “se puede colocar un rollo cerca de la boca del silaje para que
acerquen y empiecen a consumir el silaje”.
Entre
las principales ventajas del silaje los técnicos del INTA destacan su “alto rendimiento de forraje
por hectárea, con buena calidad, además de permitir la “cosecha anticipada del
cultivo” y por lo tanto liberar superficie para un cultivo de invierno. En lo
económico representa un “bajo costo relativo por kilo de materia seca
digestible” y es una “excelente reserva que puede ser utilizada en todas las
categorías, permitiendo mantener alta carga, sin bajar la ganancia de peso, y
aprovechar mejor el pico de producción de las pasturas en primavera”.
El
ensilaje es un proceso de conservación químico del forraje, en el cual por
acción de microorganismos y en ausencia de oxígeno, se producen ácidos que
inhibe la descomposición del forraje. Su objetivo es “conservar el valor nutritivo de la planta
verde, a través de distintos procesos químicos-biológicos que se producen en el
material ensilado”. En general el silaje
se estabiliza a los 30 - 40 días, “cuanto más rápido se logren las condiciones favorables para la
fermentación láctica y se disminuya el pH, mejor será la calidad final del
forraje ensilado”, explican los profesionales del INTA, al tiempo que
advierten que “no existe ningún tipo de conservación que mejore la calidad del
forraje verde original, de ahí la importancia de cuidar todo los procesos
durante la confección para mantener la mayor calidad posible del material”.
Selección
del cultivo:
Si bien el maíz y sorgo son los principales cultivos que se destinan al silaje,
para definir cuál producir para ese fin “se debe tener en cuenta principalmente
de la zona, precipitación y limitantes del suelo”, como también “elegir aquel
cultivo que presente mayor rendimiento de grano”.
“En las zonas con
condiciones edafoclimáticas limitantes para el cultivo de maíz el sorgo tiene
grandes ventajas con respecto al maíz, debido a que presenta una alta
eficiencia en el uso del agua, tiene mayor capacidad de absorción del agua del
suelo y, además, puede permanecer en estado de latencia durante períodos de
sequía prolongados” señalan a modo de ejemplo los profesionales del INTA.
Por lo tanto, el cultivo a
elegir dependerá de la zona y calidad de
suelo y será aquel que pueda garantizar, una alta producción de materia seca
por hectárea junto a una adecuada proporción de grano.
Estado del cultivo:
Para obtener un silaje de
calidad “es necesario partir de un cultivo sano, que mantenga la hoja verde
hasta el final del ciclo y un buen desarrollo de panoja y grano”. Para ello,
“se debe fertilizar el cultivo y mantener libre de malezas y enfermedades,
manteniendo el cultivo como si su destino fuera la cosecha de grano”.
En cuanto a la incidencia del
pastoreo sobre el rendimiento, de acuerdo a ensayos realizados en el INTA
Cuenca del Salado “se pudo observar que el pastoreo afectó el rendimiento de
forraje de algunos híbridos y disminuyó el contenido de panoja en todos los
híbridos evaluados”.
Preparado del silaje:
El armado del silaje contempla
una serie de pasos que requieren cuidados particulares. Al respecto los
técnicos del INTA sugieren como momento de corte recomendado “cuando el grano está
entre pastoso y duro”. A medida que se acerca a grano duro la digestibilidad
del tallo disminuye pero esta caída es compensada por un aumento del contenido
de grano. En el caso del maíz, un buen indicador del momento óptimo para
ensilar es la ubicación de la línea de leche en el grano.
Asimismo es importante
determinar el contenido de materia seca de la planta, que al momento de ensilar
debe ser mayor al 30% y más cercano a 40%. El adecuado contenido de humedad
permite una buena compactación y por ende una buena calidad de fermentación del
forraje y su conservación. “El exceso de humedad afecta la fermentación láctica
y lixiviado de nutrientes del silaje, con la consecuente perdidas por los
efluentes”, indican los profesionales, advirtiendo que además “se transporta
agua que ocupa lugar en el silaje, disminuyendo la concentración de nutriente
por unidad de superficie del silaje”.
En relación a las condiciones de trabajo, corta-picado, “las buenas condiciones de
trabajo, como la velocidad de las mismas favorecen todo el
proceso enzimático-fermentativo, disminuyendo las pérdidas de material”.
Por el contrario, “cuando las condiciones de trabajo son inadecuadas, con bajo
contenido de humedad en la planta, baja compactación, tamaño de picado grande y
llenado lento, la fase aeróbica puede durar varios días”. Esto ocasiona
pérdidas significativas de azúcares junto con el deterioro en la calidad final
del silaje.
Compactación:
La compactación del forraje
reduce la porosidad y expulsa el oxígeno del silaje, disminuyendo las pérdidas
de material por oxidación y favoreciendo la rápida fermentación del silaje El valor
mínimo de densidad recomendado es de 250 kg.MS/m3”.
Silaje bien compactado
Silaje
mal compactado
Cuando el silaje de planta
entera presenta ondulaciones y arrugas pone de manifiesto una mala
compactación. Los técnicos del INTA indicaron que “Las consecuencias de la baja
densidad y por ende presencia de oxigeno se notaron durante el aprovechamiento del mismo”. En la siguiente foto se muestra deterioro de la calidad del forraje ,por
sobrecalentamiento, con cambios en el color y olor.
Silaje
mal compactado, sin inocular. A los 5 meses de su confección
Tamaño de picado:
Con respecto al tamaño
de picado los técnicos de INTA Cuenca del Salado comentan que “es más
importante la distribución del tamaño de las partículas que el promedio de las
mismas”, sugiriendo una proporción “de 40
a 50% de partículas de 0,8 a 2 cm” y “de 5 a 15% de partículas con un tamaño de más
de 2 centímetros, para cumplir la función de fibra efectiva”; “el resto debe
ser inferior a 0,8 cm” Asimismo, para evitar la selección negativa de las
mismas en el comedero, “no debe haber partículas de más de 8 centímetros, además
que “tamaños grandes de partículas
pueden afectar la compactación del forraje”.
Cuidados durante el almacenamiento y el suministro:
Durante el almacenamiento resulta
muy importante “evitar todo tipo de daños en la bolsa o cubierta del silo”. Si
se produce una rotura, “el ingreso del aire al silaje favorecerá el crecimiento
de mohos y levaduras (color blanquecino), con la consecuente pérdida de calidad
nutritiva y disminución de la palatabilidad del forraje”.
En los casos de suministro de
silaje en autoconsumo los técnicos proponen “vigilar atentamente a los animales
y realizar al menos una visita diaria”, controlando además los alambres
eléctricos y/o rejas para prevenir que los animales ingresen y rompan el silaje”.
Silaje con grandes pérdidas
de calidad como consecuencia de roturas de la cobertura por ingreso de animales
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado. AER Azul. Área de
Producción Animal.
Av. Perón 1015, Azul. Tel/Fax. (02281)
4424760
Referente: María Agustina Ressia