Listos
para el arranque
Manejo de las colmenas al final de la temporada.
En los últimos años los sistemas agropecuarios de la Cuenca
del Salado bonaerense, registraron cambios a partir de un proceso de
intensificación que contribuyó a la expansión de la agricultura, exigió a la
ganadería a modificar sus formas de manejo e incidió sobre la apicultura que se
ha visto perjudicada especialmente por la reducción de la oferta floral.
En
este contexto los apicultores han debido planificar cada campaña desarrollando
nuevas estrategias para mantener su productividad. Acompañando a los
productores de miel de la región desde la Estación Experimental Cuenca del
Salado del INTA sus profesionales contribuyen a la planificación de la tarea en
los diferentes eslabones de la cadena de valor.
Como
acción de apoyo técnico al final de cada temporada los técnicos repasan las
acciones de manejo que marcarán la diferencia en la productividad del colmenar.
Al respecto los referentes del INTA explican que “el manejo comprende a todas
las operaciones que se realizarán en el apiario, las cuales deben estar
previamente planificadas”.
El
manejo del apiario “se basa en tres aspectos fundamentales e igualmente
importantes; la genética, la sanidad y la alimentación Estratégica”, señalan
los especialistas. Los tres “deben estar fortalecidos ya que descuidar
cualquiera de ellos seguramente nos impedirá cumplir con nuestro objetivo de
llegar al pico máximo de floración con la mayor cantidad de abejas posibles”. A
modo de ejemplo explican que “se puede contar con una muy buena sanidad pero si
las colmenas no están bien nutridas o no cuentan con una reina de calidad,
seguramente las colmenas no desarrollarán de la manera que se desea”.
Contar
con un plan de manejo integral en el que se incluyan tanto las prácticas en el
apiario como aspectos de organización (por ejemplo la compra de insumos, etc.),
favorecerá a consolidar la empresa en su totalidad. Para ello “es fundamental
conocer la curva de floración de cada lugar, ya que en función de ella se podrá
planificar todas las acciones y operaciones”. También es muy importante que el apicultor observe
continuamente lo que sucede en el ambiente, dado que “no todas las curvas se
manifiestan de la misma manera todos los años”. Es en base a estas
observaciones que se podrán hacer los ajustes necesarios sobre lo planificado.
Fin
de temporada:
Entre
las operaciones de manejo que se deben planificar está el recambio de reinas,
monitoreo y control de varroosis, la alimentación energética estratégica, la
multiplicación y la cosecha del apiario. Sin embargo, según explican los
técnicos, “uno de los puntos más importante
al que hay que prestarle mucha atención es al manejo de las colmenas al
finalizar la temporada, por ende la preparación de las colmenas para la
invernada será un punto clave”. El principal objetivo de esta acción es
conseguir que las abejas que invernen estén bien nutridas, es decir, que la
colonia de abeja pueda almacenar las suficientes reservas energéticas y
proteicas (miel y polen) como para sobrevivir al invierno y posibilitar un
primer ciclo de cría vigoroso en la próxima primavera. En caso contrario se
corre el riesgo de obtener colmenas chicas e incluso mortandad de las mismas.
Para alcanzar este objetivo es necesario asegurar que los dos últimos ciclos de
cría al final de la temporada nazcan bien nutridos y con suficientes reservas
corporales.
Para
realizar una buena preparación de colmenas para la invernada es necesario
“Definir la estrategia de invernada, es decir cómo se va a invernar las
colmenas, si con doble cámara de cría o en cámara de cría”. Al respecto los
técnicos sugieren la segunda opción, dado que “permitirá reducir la población
al mínimo sin perjudicar la supervivencia de las mismas”. Para ello se deberá
incorporar a la cámara un alimentador tipo Doolittle que permanecerá dentro de
la colmena durante todo el año más los 9 cuadros correspondientes. Para entrar
a la invernada serán necesarios, el menos contar con ocho cuadros cubiertos por
abejas y 5 ó 6 cuadros con reservas. De esta forma las abejas podrán controlar
mejor la temperatura y la humedad interior, se logrará mayor eficiencia en
cuanto a sanidad y se facilitará la realización de la inspección de las cámaras
de cría, tanto a fines de temporada como en la próxima primavera.
El
Bloqueo de la cámara de cría es un factor importante porque al hacerlo “se
producirá un corte o al menos una disminución de la postura de la reina, por lo
tanto la última camada de cría no tendrá que alimentar nuevas generaciones
y las proteínas ingeridas a través del
consumo del polen serán direccionadas a generar reservas corporales para las
que serán abejas invernantes”. Con la práctica además “se acortará el ciclo de
reproducción de varroa por lo que los tratamientos serán más eficientes”.
Entre
las pautas de manejo de relevancia para obtener abejas de calidad para la invernada,
al fin de la temporada los técnicos del INTA sugieren “realizar un eficiente
control de varroa, implementar un plan de alimentación energético estratégico y
también considerar una suplementación proteica en caso que no se disponga de
una fuente de polen natural en la zona”.
Para
mayor información:
INTA
Cuenca del Salado - Rauch. PNAPI
(Programa Nacional Apícola)
PROFEDER
(Cambio Rural)
Tel.
02297442206 / 02297440525 / 01168491057
Referentes:
Tec. Apícola Daniel Poffer – Leandro Frigoli