Con rodeos
Técnicos del
INTA Cuenca del Salado presentaron sus trabajos en Escocia.
Por la historia de sus razas la producción bovina escocesa es
un foco de referencia para el mundo, y en torno a la misma en ese país operan
universidades, centros de investigación y desarrollo, reconocidos por sus
trabajos científicos y técnicos que aportan a la evolución de la ganadería
mundial.
Con el objetivo de intercambiar conocimientos en base a
ensayos y estudios realizados a campo en la región de la Estación Experimental Agropecuaria
Cuenca del Salado, técnicos del INTA expusieron en la Universidad escocesa de
Edimburgo y en la Scotland´s Rural College. Allí el Ingeniero Agrónomo
Sebastian López Valiente y el Médico Veterinario Sebastian Maresca presentaron
datos generados en la Experimental, discutiendo resultados e iniciando procesos
para futuras líneas de trabajo en conjunto.
El itinerario del intercambio técnico contempló además la
visita a productores para conocer sistemas ganaderos y algunas de las más
reconocidas cabañas de Angus de Escocia.
Según cuentan los referentes del INTA “los sistemas
ganaderos son en base a pasturas cultivadas, con una gran limitante que son las
altas precipitaciones que se ocasionan durante los inviernos acompañados de las
bajas temperaturas, y donde cultivos como el maíz son de muy difícil
implantación por las bajas temperaturas”. Es así que “el uso de silajes, henos,
henolajes de pasturas o verdeos y granos de cereales de invierno son la base
forrajera”.
Los técnicos también mencionaron que “una de las razas que
se originaron en Escocia y que tuvo gran influencia en la producción de carne
en el mundo como la raza Angus, no es la que más se utiliza, ya que el uso de
razas continentales como el Limuosin o Charolias y los cruzamientos con otras
razas británicas son las que dominan el campo escoses”.
Debido a las condiciones climáticas y con el fin de
garantizar la perennidad de las pasturas, los animales ingresan a galpones para
evitar el pisoteo durante el invierno. Así “durante mediados de otoño los
animales ingresan a un sistema estabulado en los cuales permanecen entre 6 a 7
meses. Es por eso que los ganaderos se preparan para el invierno de una forma
diferente, se generan reservas forrajeras para poder afrontar los
requerimientos de los animales durante los meses más difíciles”, señalan los
técnicos del INTA al describir los sistemas ganaderos visitados.
“Los terneros salen de los establos con 3 o 4 meses, con
muy buenas ganancias de peso y comienza un periodo de suplementación al pie de
la madre con el que logran pesos al destete cercanos a los 300
kilogramos”. Los novillos se recrían y
terminan a corral con un sistema parecido al norteamericano, pero con dietas en
base a silajes de verdeos de invierno y grano de cebada. En estos esquemas
productivos “los pesos de faena alcanzados son cercanos a los 650 – 700 kilos a
una edad menor a los 23 meses”.
Sin duda, “la clave del éxito es la alimentación durante el
invierno”, observan los profesionales del INTA Cuenca del Salado destacando que
“se invierte mucho en reservas forrajeras y en infraestructura para poder
alimentar vacas de 650 kilogramos durante el invierno”. Sin embargo también
destacan que “más allá de haber una fuerte cultura ganadera y tecnología disponible
para lograr altos índices productivos, las ayudas económicas del estado juegan
un papel fundamental a la hora de analizar el negocio”. El ganadero obtiene
diferentes tipos de subvenciones a la producción que hacen que la comparación
con los sistemas de nuestro país sea muy compleja.
En cuanto a la coyuntura política y los vínculos
comerciales del país con el exterior “los productores “manifiestan una clara
preocupación por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, ya que las
principales ayudas económicas son solventadas por esta última”. Al respecto
afirman que “no tienen aun garantizadas la continuidad de las ayudas a la
producción”, por lo que estiman que “sin las ayudas cerca del 70% de los
sistemas no serán rentables” y probablemente deberán modificar los sistemas
productivos, sin descartar volver a un biotipo más moderado con razas
británicas.
Los técnicos del INTA describen a la infraestructura
escocesa con “una excelente red de rutas y caminos asfaltados, a través de los
cuales se puede llegar a cualquier establecimiento”. Además “hay luz eléctrica
y la cobertura de telefonía móvil está garantizada en todos los puntos del
campo”, sin dudas características que hace probablemente más atractiva la vida
y el trabajo en el campo. Sin embargo, al igual que en Argentina, “existe falta
de interés de los jóvenes por la vida rural que plantea un futuro incierto y
hasta ahora sin respuestas”, indican los técnicos del INTA.
Recorrida a campo:
Los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado
visitaron la cabaña “Netherton Aberdeen Angus” de la familia McLaren, en el
estado de Perthshire. “La familia McLaren es criadora de Angus desde hace
muchos años y han tenido innumerables éxitos, tanto en concursos como en las
pistas de venta”, cuentan los profesionales. Esta Cabaña “posee un biotipo de
mayor tamaño que el que se encuentra en la Cuenca del Salado”, y son grandes
abastecedores de toros para el uso en Escocia, las Islas Británicas, Estados
Unidos o Canadá.
Además estuvieron en la Cabaña “Dunlouise Aberdeen Angus”,
de la familia Soutar, en el estado de Forfar. Esta cabaña “se caracteriza por
tener animales denominados “Angus Nativo”, que son animales que no se han
cruzado con ningún otro Angus no originario de Escocia”. El establecimiento “es
un reservorio de animales provenientes de las líneas autóctonas del Aberdeen
Angus y son requeridos por diferentes ganaderos de todo el mundo, con animales
que se caracterizan por ser de un tamaño moderado”.
Para
mayor información:
EEA
Cuenca del Salado INTA Rauch. Av. Belgrano 416
Tel.
(02297) 440525
Referentes: Sebastián López Valiente |
Sebastian Maresca