Preparación de las colmenas

Hay que pasar el invierno

Manejo del apiario al final de temporada
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En la actividad apícola los planes de producción deben contemplar aspectos vinculados a la nutrición, la sanidad y la multiplicación de las colmenas, atendiendo las diferentes etapas del calendario productivo y las demandas fisológicas de las abejas. En este proceso productivo, al final de la temporada las colmenas demandan su preparación de para los meses de bajas temperaturas.

El principal objetivo de esta acción es conseguir que las abejas que van a entrar a la invernada estén bien nutridas, permitiendo a la colonia almacenar las suficientes reservas de miel y polen como para sobrevivir al invierno y tener un primer ciclo de cría vigoroso en la próxima primavera. La insuficiencia energética y proteica, debido a la falta de nutrientes, puede ocasionar el riesgo de obtener colmenas chicas e incluso mortandad de las mismas.

Para lograr una colonia saludable y vigorosa es necesario asegurar que los dos últimos ciclos de cría, al final de la temporada, nazcan bien nutridos y con suficientes reservas corporales, aprovechando  la máxima floración, que en la región de la Cuenca del Salado bonaerense se registra entre los meses de diciembre y febrero, con su mayor pico en enero. La oferta natural de nutrientes debe considerar la suplementación proteica para brindar a las abejas suficientes reservas corporales que les permitan pasar el invierno.

Para realizar una buena preparación de las colmenas para la invernada es necesario definir una estrategia, que contemple el manejo de la cámara de cría con el fin de reducir la población al mínimo y favorecer la supervivencia de las abejas.

Según explican los técnicos del INTA Cuenca del Salado, se debe considerar el bloqueo de la cámara de cría para producir un corte o disminución de la postura de la reina. De ese modo se evitará que la última camada de cría no tenga que alimentar a nuevas generaciones, permitiendo que las proteínas ingeridas a través del consumo del polen sean direccionadas a generar reservas corporales a las abejas que serán invernantes.

En cuanto a los aspectos sanitarios, si bien es importante mantener controlada la carga de varroa durante todo el año mediante monitoreos planificados, resulta fundamental lograr contar con una baja carga pos-cosecha para que las abejas incorporen gran proporción de las proteínas ingeridas, evitando de ese modo que los últimos ciclos de cría no se encuentren debilitados por la presencia de ácaros. El bloqueo de la cámara de cría es una acción que permitirá acortar el ciclo de reproducción de varroa mejorando la eficiencia de los tratamientos.

La inspección durante el otoño de las colmenas para determinar su población (categorización) una vez producido el bloqueo de las cámaras de cría, permite evaluar el nivel de reservas y la prevalencia de estado sanitario. Este aspecto de relevancia en el manejo de las colmenas posibilita la identificación a tiempo de las principales enfermedades como loque americana (LA), loque europea (LE), cría yesificada (CY) y las colmenas huérfanas (H) y zanganeras (Z), permitiendo desarrollar acciones correctivas. El monitoreo sirve además para reconocer la presencia de Varroa y Nosema.


La estrategia de intervención del INTA en el territorio de la Cuenca del Salado bonaerense se basa en el trabajo con promotores que acompañan a los apicultores, generalmente asociados, mediante actividades impulsadas desde los Grupos de Cambio Rural (CR) o Profam, y el accionar en equipo junto a técnicos y Agentes de Proyectos de la Institución. Esto ha permitido profundizar el trabajo en el campo mediante el seguimiento de 120 apiarios y más de 4300 colmenas de productores pertenecientes a grupos de CR, generando una retroalimentación continua.


Para mayor información: EEA Cuenca del Salado INTA Azul.
Tel: 02281- 424760 – leandrofrigoli@gmail.com
Leandro Frígoli | 
Daniel Poffer Agentes de Proyecto Cambio Rural (Apícola)
Técnicos INTA - EEA Cuenca del Salado.