Plantas
tóxicas para el ganado
Estudio sobre
especies vegetales que amenazan la salud de los bovinos
La intoxicación de los animales por la ingesta de plantas
nocivas para su salud ha sido siempre un motivo de preocupación para el
productor ganadero, ya que representan una amenaza permanente.
En
la Cuenca del Salado existen condiciones que se han modificado en los últimos
años, influyendo en el tipo y número de plantas tóxicas, y por lo tanto en el
aumento del riesgo de intoxicaciones por su ingesta. Los principales cambios
están asociados al avance de la agricultura, las variaciones climáticas, y
aspectos relacionados al manejo de los rodeos, que han registrado un aumento en
la carga animal, sobrepastoreo y el movimiento de animales entre diferentes
regiones productivas.
Dada la importancia de este tipo de intoxicaciones,
y el incremento de los factores predisponentes a la presentación de enfermedades de origen
tóxico, personal de INTA Cuenca del Salado ha orientado su trabajo a
conocer y reconocer las plantas tóxicas y sus efectos sobre el ganado, cuadros
clínicos y factores de riesgo predominantes.
Existen
en esta región plantas tóxicas bien conocidas por los productores
como el “sunchillo” (Wedelia glauca)
o “duraznillo negro” (Cestrum
parqui), capaces de ocasionar la muerte tras pocas horas de su ingesta, y otras
especies como el “duraznillo blanco” (Solanum glaucophyllum), que producen problemas crónicos como el
“enteque”.
Debido a la gran variedad y amplitud en la
distribución de especies tóxicas se presume que se producen muchos casos que no
son diagnosticados. Es probable que esa falta de diagnóstico se deba al
desconocimiento de las plantas tóxicas, a la similitud de sus cuadros clínicos
con otras patologías, a intoxicaciones subclínicas que pasan desapercibidas, o
a la falta de concordancia entre los signos clínicos y la presencia de la
planta.
Desde el
INTA, con la observación y seguimiento de casos se pudo determinar que la
mayoría de las plantas tóxicas no son consumidas voluntariamente por los
animales debido a su baja palatabilidad. Su ingesta se da solo cuando existen
ciertas condiciones como manejos con alta carga, baja disponibilidad forrajera,
encierres prolongados que incrementan el hambre en los animales, falta de
adaptación ante los cambios de alimentación, pastoreos de limpieza, desconocimiento
de especies vegetales por animales provenientes de otras zonas, utilización de
rastrojos invadidos por malezas tóxicas, presencia de plantas tóxicas en fardos
o rollos y variabilidades ambientales que alteran a las especies vegetales.
Ante los cambios en el tipo y número
de plantas tóxicas en la región de la Cuenca del Salado bonaerense, y debido al
riesgo de intoxicaciones que para el ganado representan, como herramienta de
asistencia al sector productivo el trabajo del INTA buscó generar aportes para
el reconocimiento de las especies vegetales, el diagnóstico de casos y la
implementación de medidas preventivas.
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado. Rauch | Av. Belgrano 416
Tel
02297 440525 |
E-mail:amrodriguez@correo.inta.gov.ar
/ quirozgarcia@correo.inta.gov.ar
Referente: Med. Vet.
Alejandro Rodríguez / Med. Vet. José Luis Quiroz García