Viva
la diferencia
Efecto del nivel
nutricional de proteína en la gestación
Dado que la concentración de proteína
en el forraje desciende durante el invierno, coincidiendo con el último tercio
de gestación en los vientres, conocer la incidencia del aporte de proteína en
la dieta de las vacas gestantes y el efecto sobre el feto y su vida posnatal es
un factor de gran importancia para los sistemas productivos.
Teniendo
en cuenta los aspectos fisiológicos de los bovinos durante la gestación en la
Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA se impulsa una línea de
investigación que estudia cómo incide la nutrición de la vaca durante la
gestación sobre la futura descendencia. En el marco de ese proyecto el objetivo
de uno de los trabajos fue “estudiar de qué modo la incorporación de proteína
en la dieta durante el último tercio de gestación en vacas de cría afecta el
crecimiento, el desarrollo posdestete y el porcentaje de preñez de sus hijas”.
Según explican los técnicos a cargo
del ensayo realizado en el campo experimental “el trabajo se realizó en el
campo experimental Colonia Ortiz Basualdo de la EEA Cuenca del Salado (INTA),
con “terneras de raza Angus hijas de vacas alimentadas con dietas de diferente
cantidad de proteína”, identificadas como Baja Proteína BP= 6%PB (n=15) y Alta
Proteína AP=12%PB (n=13). “Ambas dietas estuvieron compuestas en base a silo de
maíz y núcleo vitamínico mineral, mientras que las Altas en Proteínas
recibieron el 10% de pellet de girasol y el 1% de urea”.
“Pasado el parto todos los animales
fueron manejados en forma conjunta”, explican los técnicos. “Las vaquillonas se
destetaron a un promedio de los 216 días de edad, realizándose un registro de
su peso vivo (PV) y altura a la cadera (AC), para relacionar ambas variables
entre sí (PV/ AC=RPA)”. La toma de esos datos “se repitió de modo sistemático durante
la recría, al inicio y fin del servicio y al momento del tacto”. A su vez “en
dichos momento se realizaron ecografías para determinar el espesor de grasa de
cadera (GC), dorsal (GD) y el área de ojo de bife (AOB)”. Las vaquillonas “recibieron
un servicio natural, haciéndose el registro del porcentaje de preñez”.
Con el ensayo se observó que las
vaquillonas que recibieron dietas más ricas en proteína “tendieron a ser más
pesadas al inicio del servicio (p=0,08) que las que recibieron menos proteínas
en las dietas”, registrándose que “esta diferencia fue significativa a los 22,9
meses (p=0,05). Asimismo los técnicos señalan que “no se encontraron
diferencias en las ganancias de peso, ni en la Altura a la Cadera. Sin embargo
las vaquillonas alimentadas con dietas altas de Alta Proteína “tuvieron una
mejor RPA (p<0,01) al inicio del servicio, no manifestándose dicha
diferencias al finalizar el mismo”, como también una mayor Grasa de Cadera,
pero sólo al comienzo del servicio (p=0,05) y no encontrando diferencias en Grasa
Dorsal en ningún momento del periodo evaluado”.
El
seguimiento permitió determinar que “las vaquillonas alimentadas con dietas de Alta
Proteína tuvieron una mayor área de ojo de bife al finalizar el servicio y una
tendencia al momento del tacto”. Estas diferencias, según destacan los técnicos
del INTA, en los Pesos Vivos y en las área de ojo de bife a favor de las
vaquillonas de Alta Proteína podría deberse a que “la nutrición del feto en
última etapa de gestación afectaría el número de fibras musculares y su
crecimiento potencial de musculo durante la recría”. También observan que “la
adipogénesis llegaría a ser máxima en los últimos meses de gestación y los
primeros de lactancia, pudiendo afectar el engrasamineto de la descedencia”. En cuanto al
porcentaje de preñez (P=0,28)
los técnicos no encontraron
diferencias entre los animales que consumieron las dietas de altas y bajas proteínas.
Con
el análisis de los datos obtenidos los técnicos de la Experimenta Cuenca del
Salado del INTA concluyeron que “existen evidencias que sugieren que la nutrición durante
el último tercio de gestación puede afectar a la ternera y tener consecuencias
a lo largo de su vida”. Sin embargo estas consecuencias no se vieron reflejadas
en el porcentaje de preñez.”.
Para mayor
información:
EEA Cuenca del
Salado INTA Rauch. Av. Belgrano 416
Tel. (02297)
440525
Referente: Sebastián
López Valiente.
E-mail:
lopez.valiente@inta.gob.ar