En
verde
Monitoreo satelital del estado de la vegetación en la
Cuenca del Salado.
Con la adopción de nuevas tecnologías la agricultura argentina ha
mostrado una importante evolución técnica que ha modificado los métodos de
producción. En ese proceso los sistemas de registros satelitales de
imágenes se han convertido en una herramienta eficaz para el seguimiento de la
evolución de la vegetación.
Entre
los datos que pueden obtenerse se encuentra el Índice Verde, un indicador que
permite estimar la proporción de luz solar absorbida por la vegetación y
destinada al proceso de fotosíntesis, en consecuencia a la producción de nuevos
tejidos. A mayor índice verde, mayor productividad, es decir más forraje.
Analizar
la marcha actual e histórica del índice verde permite estimar la producción de
pasto promedio y sus rangos de variación, conocer los momentos de máxima y mínima
producción, evaluar la ocurrencia de situaciones críticas, pudiendo tomar
decisiones en la planificación forrajera y evaluar resultados productivos
contando con una estimación de la producción de pasto de etapas previas.
Si
bien el procesamiento de las imágenes, requiere de manejar un volumen importante
de datos y de programas específicos, existen algunas fuentes de información
donde las imágenes ya han sido procesadas y podemos conocer directamente los
valores de Indice Verde. Este es el caso de la página de SEPA, del Instituto de
Clima y Agua de INTA Castelar. A partir del análisis de la información
contenida en dicha página, desde la Estación Experimental Cuenca del Salado del
INTA, se realizan informes para conocer el estado de la vegetación y
disponibilidad de recursos y un análisis de su correlato a campo.
A
través de un informe reciente de “Anomalía de la Vegetación”, los técnicos del
INTA han presentado los resultados del análisis del estado de la vegetación
para los partidos de de Chascomús-Lezama, Gral. Belgrano, Gral.
Lavalle, Magdalena, Maipú, Dolores, Saladillo, Tapalqué, Ayacucho, Rauch y
Azul., para los primeros meses de la primavera.
Según comentan los técnicos “si bien
durante el mes de agosto de 2016, las precipitaciones fueron marcadamente
inferiores a los valores medios (registro de las estaciones automáticas de INTA
de Chascomús y Rauch), las mismas se recuperaron durante septiembre y octubre,
permitiendo que la producción de forraje sea adecuada”. Por tal motivo, en
función del comportamiento de los valores de Índice Verde, y según la
proyección en función de los valores históricos, los técnicos esperan que “la
estación de crecimiento se mantenga dentro de los valores medios históricos”.
Con las recorridas de las áreas de
influencia de la EEA Cuenca del Salado analizadas desde el satélite, los
referentes del INTA pudieron comprobar que “lo observado se evidencia a campo,
mostrando una buena disponibilidad y floración de los campos naturales”. Esta
disponibilidad de forraje “se refleja en el estado general de la hacienda, que
mostró en los relevamientos estados corporales al parto, cercanos a 3.
Con la información analizada y la
experiencia de trabajo en la región los técnicos de la Estación Experimental
Cuenca del Salado del INTA destacan algunas consideraciones de manejo mediante
las que señalan que “durante la primavera e
inicios del verano, resulta ideal realizar pastoreo controlado en los ambientes
tendidos de media loma, permitiendo que los bajos dulces tengan descanso y esto
asegure una buena producción de forraje para el verano”.
Hacia fines de primavera, en aquellos potreros que
son utilizados con promoción de raigrás, sugieren “asegurar el descanso para
que las semillas que están en proceso de llenado de grano en este momento,
puedan terminar su madurez y ser incorporadas al suelo, asegurando el banco de
semillas para el otoño que viene”.
Además los profesionales explican que “el uso
diferido de los bajos salinos, es decir, dándole descanso durante parte del
verano, permite la acumulación de material vegetal, generando sombreo y de esta
forma reduciendo la incidencia directa de la luz, modificándose así la tasa de
evaporación y produciendo un menor ascenso de sales”. No obstante indican que “si
bien no se observa déficit de forraje al momento, es importante prestar
especial atención al estado corporal de aquellos lotes de madres que tengan
pariciones tardías, y cuyo servicios se produzcan más cerca del verano”, dado
que “con las altas temperaturas y una posible merma en la disponibilidad de
forraje por falta de precipitaciones, podrían verse afectados los porcentajes
de preñez”.
Si bien el informe corresponde al inicio de la primavera,
las altas temperaturas ocurridas durante diciembre, y la escasez de
precipitaciones, hasta mediados de mes nos lleva a estar más atentos en el
seguimiento de la producción de forraje de las especies estivales. Aspecto que
podrá ser evaluado en el próximo informe.
Para
mayor información:
EEA
Cuenca del Salado INTA Rauch.
Av.
Belgrano 416 Tel. (02297) 440525
Referentes:
Ing. Agrónomos Ariela Cesa | José Otondo | Alejandra Casal
E-mail:
cesa.ariela@inta.gob.ar