Justo
a tiempo
Fertilización
estratégica de pasturas.
El
otoño – invierno del corriente año, viene arrojando un promedio histórico que
está batiendo record, no por las bajas temperaturas, sino por la cantidad y
continuidad de días de temperaturas que no llegan a valores medios, 104 días
con temperaturas que no alcanzaron los 20 0C, según los registros.
Esta
situación climática, además de ocasionar un menor crecimiento de forraje por
efecto de las temperaturas, lo cual es normal, genera el enfriamiento del
suelo. Con registros de bajas temperaturas en el suelo se producen altas tasas
de mineralización de la materia orgánica, y por lo tanto faltantes de
nutrientes, específicamente de nitrógeno (N), hecho que genera la pérdida del
ritmo de producción de las forrajeras templadas.
El
suelo amortigua los cambios bruscos de temperatura, entrado el otoño es normal
tener unos grados °C más en el suelo que en el aire y lo contrario ocurre
a finales del invierno, por lo cual a pesar que en el ambiente las temperaturas
sean óptimas (20-250C) las plantas no arrancan.
Frente
a la falta de nutrientes en momentos de bajas temperaturas el agregado de
nitrógeno es una alternativa que desde la Estación Experimental Cuenca del
Salado del INTA los técnicos evalúan en raigrás y pasturas.
Mediante
ensayos realizados en la Chacra Experimental Manantiales los técnicos del INTA
han observado “respuestas de 15 a 25 kg/ha de materia seca (MS) por kg/ha de
urea aplicada”. Con estos resultados los profesionales estiman que
“fertilizando en el mes de agosto con 100 kg/ha de Urea, se podrían producir
1500 a 2500 kg/ha de Materia Seca más”, o viéndolo desde otra óptica, “se
podría adelantar unos 30 días la entrada a un potrero en comparación con la
situación no fertilizada”.
Esta
fertilización estratégica además “podría tener un efecto residual, dejando a
las gramíneas mejor preparadas para conservar mayor número de macollos y que
alguno de estos llegue en estado vegetativo al verano, lo que permitiría tener
forraje más verde y menos pasado en verano”.
Según
explican los técnicos del INTA que realizaron los ensayos “la dosis de 100
kg/ha no es arbitraria”, ya que según trabajos de especialistas sobre el tema
dan cuenta que “dosis inferiores a los 50 kg/ha de N (unos 100 kg/ha de Urea)
generan incertidumbres en las respuestas obtenidas”. Sin embargo “el éxito de
la aplicación dependerá de la magnitud de las pérdidas hacia el ambiente (según
las condiciones climáticas, tipo de fertilizante, etc.) y la demanda de la
pastura”.
Otra
de las ventajas de utilizar dosis de 100 a 150 kg/ha de Urea que se destacan es
que “en el caso de pasturas polifíticas (mezcla de gramíneas y leguminosas), no
habría efecto negativo hacia las leguminosas, es decir que la respuesta es
mayoritariamente en las gramíneas pero sin bajar la participación futura
de las leguminosas en la pastura”.
Según cálculos realizados a partir del
ensayo “con valores de 356 U$S/tonelada de la Urea y un ternero de invernada a
33 $/kg, la relación es 0,16”, algo muy por debajo del promedio de los últimos
12 años, de 0,36 (120% mejor relación) o del mejor valor de ese período 0,22
(37% mejor relación).
Asimismo los técnicos destacan que “el
forraje extra obtenido puede ser muy importante para alimentar mejor al ganado,
generando excedentes que luego se transformen en reservas, o para disminuir las
cantidades de suplemento”. Particularmente este último punto puede ser
relevante si se transfieren dichas reservas no utilizadas para otro momento del
año, o para disminuir los costos ya que, como se observa en el cuadro, un kg de
MS de forraje fertilizados cuesta 0,63 o 1,09 $/kg (según provenga de verdeo de
invierno o de pastura) y a nivel comparativo 1 kg de materia seca de rollo
puede costar 1,50 $/kg utilizado, 1 kg de silo de sorgo en 1 a 1,20 $/kg (según
rinde) y 1 kg de maíz grano en 2,60 $/kg”. No obstante los referentes de INTA
comentan que “obviamente no son similares las calidades nutritivas, pero a la
hora de suplir necesidades básicas de alimentación son recursos válidos”.
A modo de conclusión los técnicos que
realizaron los ensayos comentan que “seguramente las respuestas en pastura sean
más altas si se utiliza solamente Urea, pero con el fin de mantener mejor
nutridas las leguminosas se sugiere atender el suministro del fósforo”, dado
que resulta de gran importancia sobre todo para incrementar las respuestas al
nitrógeno (Urea). Es decir, “cuanto más fósforo tenga en el suelo, mejor
será la respuesta al agregado de nitrógeno, independientemente si es una
pastura o un verdeo”.
Las relaciones insumo producto que se
están dando, es decir cuántos kg de ternero cuesta un kg de Urea son un factor
que los referentes del INTA destacan para tener en cuenta dado que, dependiendo
de diversas variables, “hay momentos en los cuales en ganadería no se puede
invertir, y otros como el actual en los que SI”.
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado. INTA CT Cuenca Norte
Mitre 202, Chascomús. Tel/Fax. (02241) 425075
Referente:
Ing.
Agr. Matías Bailleres | Esteban Melani
E-mail: bailleres.matias@inta.gob.ar
| bailleres.matias@inta.gob.ar