De
laboratorio
Manejo
del semen para la producción de dosis.
En los programas de reproducción
porcina
el conocimiento de la
fertilidad o de la capacidad fecundante de cada reproductor es uno de los
principales objetivos.
La extracción de semen es una práctica capaz de
aportar información que en algunos países se realiza de manera rutinaria.
Frecuentemente es utilizada como manera de obtener material para la
inseminación, o como medio para conseguir muestras para el control de algunas
deficiencias que presentan los reproductores.
La recolección y dilución de semen
porcino son parte de las tareas previas a la inseminación, sobre las que los técnicos
de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA trabajan junto a los
productores de la región.
La necesidad de reducir las deficiencias en la obtención del semen
han
llevado a utilizar métodos de manejo que
garantizan su cuidado desde el momento de la recolección.
Dado que el semen como material biológico
demanda extremos cuidados de manejo, su extracción debe realizarse bajo
condiciones de máxima asepsia, donde todos los equipos a utilizar deben estar
debidamente lavados y esterilizados para evitar la contaminación. Un cuidado
particular debe prestarse al semental que se prepara para la colección de un
eyaculado, utilizando una infraestructura adecuada que contemple el cuidado del
animal.
Para la extracción de semen “se utiliza
la técnica denominada “presión manual”, que consiste en tomar con la mano la
extremidad espiralada, previamente el verraco este montado sobre el caballete o
potro”, explican los técnicos.
El eyaculado “debe ser recogido con
bolsas de extracción la cual debe estar dentro de un vaso térmico que mantiene
la temperatura alrededor de los 37ºC”. Dicha bolsa de extracción posee unas
gasas que filtran el material obtenido reteniendo la porción gelatinosa del
mismo. “Cuando se está realizando la extracción se pueden definir tres
fracciones: pre-espermática, espermática (rica en semen), y post-espermática
(tapioca)”.
Una vez obtenido el semen debe llevarse
inmediatamente al laboratorio para su evaluación y dilución.
El análisis de semen es una técnica de laboratorio
sencilla, que permite determinar varios aspectos de la calidad del material que
se estudia. Entre los datos que se obtienen, la información vinculada a la
concentración y comportamiento de los espermatozoides es la de mayor
relevancia. La técnica demanda de ciertos conocimientos
sobre la normalidad del semen.
En el laboratorio se realizan dos
exámenes, uno macroscópico y otro microscópico.
El examen macroscópico considera el volumen
de semen extraído, que varía normalmente entre 150 a 500 mililitros, es
utilizado para determinar el peso.
Dado que el aspecto es un indicador sobre
la calidad de la muestra, “el color debe ser blanco – lechoso y su grado de
opacidad puede variar con la concentración de espermatozoides”. Otro dato que
se contempla es el olor, ya que “el semen fresco
en buenas condiciones (sin contaminaciones) no posee olor”. En cuanto al PH,
que se controla mediante el uso de tiras reactivas, su valor de referencia debe
ser de 6,8 – 7,3.
La Motilidad es uno de los aspectos que
se evalúa en el examen microscópico. Con la observación del semen se controla
el movimiento general (porcentaje) e individual de los espermatozoides. Esta
técnica subjetiva se complementa con la de recuento celular mediante la cual se
cuentan los espermatozoides que hay en una pequeña superficie determinada.
Simultáneamente en el estudio
microscópico se analiza la morfología espermática, registrando las anormalidades
que puedan presentarse, prestándose atención a
la existencia de “gota citoplasmática distal o proximal, cola de látigo,
cola doble o espiralada, desvíos de la cabeza, adhesiones, etc. En esta
instancia se calcula además “el porcentaje de anormalidades con respecto al
total de células contadas”.
Recalculando:
Una vez determinado el volumen del semen extraído
y registrada la concentración del mismo es posible realizar el cálculo de dosis
seminales que se pueden obtener. La concentración de espermatozoides necesaria
para cada dosis debe ser de 3x109, con una concentración mínima de 2x109.
La fórmula para el cálculo del número de
dosis comprende:
(A) x (V)
Nº
de dosis =
---------------------------------------
300
(A):
Espermatozoides contados en 40 cuadrados de la cámara de Bürker
(V):
Volumen del semen obtenido.
En cuanto al cálculo del volumen de
diluyente necesario, se debe considerar que “una dosis seminal debe contener
100 mililitros”. Para el cálculo de la cantidad de diluyente a utilizar la
fórmula es:
Cantidad de diluyente = (N) x 100 – (V)
(N): número de dosis a preparar
(V): volumen de semen obtenido
Realizados estos cálculos se debe
proceder a diluir el semen con el diluyente, volcándolo en el mismo,
contemplando que ambos líquidos se encuentren a igual temperatura. Al respecto
los técnicos del INTA Cuenca del Salado indican que “las dosis seminales
obtenidas deben ser conservadas temperaturas que oscilen entre los 15 a 18
grados centígrados hasta el momento de la inseminación”.
Para mayor información:
INTA Cuenca del Salado. Rauch, Av. Belgrano 416.
Tel. (02297) 442206 / 440525.
Referente: Med Vet. Oscar Bravo
E-mail: bravo.oscar@inta.gob.ar