Re
productivas
Mejora de la eficiencia
en las vacas de cría.
Unos de los aspectos
fundamentales para el éxito productivo y económico de los rodeos de cría es la
eficiencia reproductiva, algo que está fuertemente condicionado por el estado
nutricional de los vientres. En tal sentido la evaluación del estado
nutricional a través del monitoreo de la condición corporal es una importante
herramienta de manejo para la toma de decisiones ya que refleja las reservas
corporales disponibles.
Cuando las reservas
corporales al parto son inadecuadas, se produce un incremento del intervalo del
parto al primer celo (anestro posparto). Como consecuencia, se atrasa la
parición y disminuyen las chances de
lograr la preñez, sobre todo, en rodeos con entore estacionado. Por otro lado,
un bajo consumo de nutrientes durante el postparto y la lactancia pueden
incrementar la duración de dicho intervalo, particularmente, en vacas con baja
condición corporal. Por el contrario, cuanto mejor es el estado corporal al
parto y mayor el consumo de nutrientes durante el posparto, mayor será la
cantidad de vacas cíclicas dentro de los 60-80 días postparto (figura 1). Esto
aumenta la cantidad de vientres en cabezas de parición y disminuye el
porcentaje de vacías. Es por esta razón que, durante la época de servicio,
también es necesaria una nutrición adecuada para lograr el éxito reproductivo.
Figura 1. Porcentaje de vacas que presentan celos durante
el posparto según la cc.
Altura de la
pastura y condición corporal al servicio.
La altura de la pastura juega un rol
fundamental en la actividad sexual posparto de las vacas. Cuanto mayor es la
altura del pasto mayor es el volumen de forraje disponible por lo cual las
vacas comen más kilos por día y, en consecuencia, se ve reflejado en un mejor
estado corporal de los vientres.
En experiencias realizadas en la zona
de Balcarce por referentes técnicos del EEA Cuenca
del Salado. AER Azul junto
a sus pares de Balcarce han observado que “las vacas mostraron mayores
ganancias de peso por cada centímetro extra registrado en la pastura (Figura
2). Al respecto señalan que “cuando hablamos de altura y volumen de pasto,
hacemos referencia a la presencia de hojas. Es por eso que hay que tener
especial precaución para evitar que la altura de la pastura no sea excesiva ya
que puede implicar una subutilización del recurso forrajero y una pérdida de
calidad del mismo (pasturas “encañadas”)”. Por ejemplo, en las experiencias
antes mencionadas observaron que las pasturas de agropiro, manejadas mediante
pastoreo continuo entre 8 y 15
cm , mantuvieron una digestibilidad de más del 70%
durante el fin del invierno y primavera y los animales mostraron una condición
corporal de más de 3 al inicio del servicio (Figura 3). Esto determinó que
aquellos vientres con condición corporal de 3 o más presentaran una tasa de
preñez por encima del 93%.
Figura 2. Ganancia de peso de las vacas manejadas sobre pasturas
de diferente altura durante el posparto.
Figura 3.
Altura de las pasturas durante el posparto y condición corporal de las vacas al
servicio.
Con este relevamiento los
técnicos se plantean ¿Qué hacer para asegurar la preñez en el rodeo cuando la
condición corporal y la altura de las pasturas son inadecuadas?
En las experiencias
realizadas han observado rodeos en los que “la condición corporal fue menor a 3
y el consumo de pasto limitado por una baja altura de las pasturas (menor a 8 cm ), en general, asociado a
casos en los que se intentaba una carga animal muy alta para las condiciones
del campo o bien cuando las condiciones climáticas de ese año fueron adversas”.
En estas condiciones sería
esperable una baja tasa de preñez por lo que técnicas como el destete precoz
estarían indicadas. Justamente, en esos casos desde el INTA se ha realizado el
destete precoz cuando la condición corporal de las vacas y la altura de las
pasturas fue limitante y esto permitió mantener la tasa de preñez cercana al 88
%.
Nutrición en
invierno:
La restricción alimentaria
invernal de la vaca de cría es un fenómeno que se produce comúnmente y en forma
casi natural en todos los rodeos de cría manejados sobre pastizales. Esto no es
más que el resultado lógico que el invierno es el período del año con menor
crecimiento de las pasturas y pastizales. Esta es una de las razones por las
que en campos de cría se recomienda el realizar el entore una vez avanzada la primavera. Si
hacemos coincidir el período de menores requerimientos con el de menor
disponibilidad forrajera, se optimiza el número de vientres que se pueden
manejar en un establecimiento.
Hay diversos trabajos cuyos autores
afirman que luego de haber realizado el destete de los vientres es posible
someter a las vacas a una restricción alimentaria otoño–invernal controlada
asegurando una sobrealimentación durante el posparto suficiente como para
recuperar la condición corporal. De esta manera no se perjudica severamente el
porcentaje de preñez. Es decir, la idea que proponen es restringir la
alimentación cuando el campo dispone de menos pasto (otoño e invierno) y/o si
las reservas forrajeras no son de buena calidad nutritiva (por ejemplo, heno
cosechado de excedentes primaverales). En esta época (otoño-invierno), el
animal tiene bajos requerimientos por efecto del destete y por una preñez
temprana.
Una condición necesaria para someter a
la restricción a una vaca preñada es que al momento de iniciar la restricción
esté en buen estado corporal (para ello es primordial evitar prolongar
excesivamente la lactancia). Pero además, luego de la parición se debe asegurar
un mejor nivel de alimentación permitiendo ganancias de peso durante la lactancia. De esta
manera, tanto la preñez como el intervalo entre el parto y el primer celo
pueden ser óptimos.
Pautas de
manejo:
Según explican los técnicos
de la EEA Cuenca
del Salado y Balcarce “es importante registrar
la condición corporal, sobre todo en momentos claves”. En tal sentido comentan
que “al destete es importante para decidir qué animales entran o no en
restricción”, por lo que sugieren “separar los vientres según la condición
corporal puede permitir al productor alimentar de manera diferencial y así
permitir la recuperación de las reservas corporales de aquellas vacas que lo
requieran y evitar así problemas reproductivos asociados a problemas
nutricionales”.
Al parto y al servicio, aquellos
vientres que presenten pobre estado corporal los técnicos aconsejan “destetarlos
precozmente para disminuir los requerimientos de la vaca, permitir la
recuperación del peso y asegurar la preñez”.
Al finalizar el servicio, es
importante evaluar la cantidad de vacas preñadas. Si las mismas presentan una
condición corporal de 3 puntos o más al inicio y al fin del servicio y se
registran bajos porcentajes de preñez, el productor puede sospechar que
factores no nutricionales estarían siendo limitantes. En este caso, podrían
estar presentándose problemas sanitarios, por lo cual sería aconsejable la
consulta con el veterinario.
En el caso de no disponer de forraje
en cantidad y de calidad o por querer reservar el pasto disponible para el
período posparto, es posible realizar restricción alimentaria invernal. En este
caso cabe recordar que las vacas deben comenzar la restricción con condición
corporal mayor a 3 y una vez finalizada, se debe alimentar permitiendo
ganancias de peso.
Usar la CC como una herramienta de
manejo provee información útil del estado nutricional del rodeo y permite tomar
decisiones sobre el uso del forraje y manejo de los animales para lograr un
adecuado comportamiento reproductivo y productivo, y en definitiva, cumplir con
el objetivo de mejorar la rentabilidad de la empresa ganadera.
La diversidad de situaciones productivas, de razas, las diferencias
climáticas y/o regionales e inclusive, la misma variabilidad climática entre
años propia de los sistemas pastoriles de cría, atentan con la posibilidad de
establecer recomendaciones rígidas de manejo. En este sentido, el mecanismo que
involucra la condición corporal, la altura de las pasturas y el consumo animal
sobre los resultados reproductivos del rodeo, puede ser tomado como guía para
la toma de decisiones.
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado. AER Azul.
Av. Perón 1015 (7300), Azul Tel/Fax. (2281)
424760
E-mail:
mvdonzelli@correo.inta.gov.ar
Referentes: Ing. Zoot. M. Sc.