Reproducción bovina


Primerizas

Efectos de la edad de la madre al primer servicio

La edad al primer entore es una variable que podría afectar al sistema productivo a corto, como el peso al nacer o al destete pero sin embargo también podría verse afecto variables que se miden a largo plazo como calidad de la res entre otras. Esto se podría deber por el menor nivel del tamaño y nutricional uterino que podrían tener las vaquillonas con respecto a una vaca multípara.  

Teniendo en cuenta los aspectos fisiológicos de los bovinos durante la gestación, en la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA se impulsa una línea de investigación que evalúa la incidencia de la edad de la vaca durante la gestación sobre la futura descendencia. Es así que parte del trabajo de seguimiento busca evaluar el “efecto de la edad de la madre al primer servicio y cuantificar su diferencia con hembras multíparas sobre el crecimiento del ternero en etapa fetal y durante la lactancia y la producción de leche de la madre”.


Según comentan los técnicos del INTA a cargo del trabajo “se ha demostrado que diversos factores durante la gestación condicionan el desarrollo intrauterino del feto. La edad de la hembra al primer servicio podría ser una de las causales de  modificación en el desarrollo fetal, que podría estar afectando diferentes variables que podrían llegar hasta el engorde de los mismos”.

“Conocer las consecuencias de la edad al primer entore en las vaquillonas puede ser de gran interés, ya que podría, no solo afectar el crecimiento fetal, sino también el  peso al nacer de los terneros o la evolución de peso de los mismos hasta el destete o la calidad de carne de los novillos o aspectos reproductivos en las hembras”, indican los profesionales, sin embargo advierten que “los pesos previos al destete podría  también estar asociado, a una diferencia en la producción de leche de las vacas durante la lactancia”.

Para conocer el “efecto de la edad de la madre en el crecimiento del ternero hasta el destete y producción de leche” se realizó un ensayo en el campo experimental de la EEA Cuenca del Salado del INTA, financiado por el INTA y el IPCVA (VIII Compulsa Técnica de Grupos de Investigación).

Para los técnicos del INTA “las hembras provenían de un servicio por inseminación artificial a tiempo fijo realizado en el mes de noviembre utilizando un solo padre” y durante el desarrollo del trabajo “todos los animales fueron manejados en forma conjunta desde la inseminación hasta el destete”.

Al respecto los profesionales detallan que “la dieta estuvo basada en verdeos y  silaje de maíz durante el período invernal y pasturas perennes y verdeos de verano hasta el destete”. Los animales “provenían de una recría a base de silo de maíz y avena e ingresaron a un corral de engorde con una dieta a base maíz y núcleo proteico a voluntad".

Como parte de los parámetros a evaluar “se registró el peso al ingreso del corral y a la salida del mismo, estimando la ganancia de peso durante la etapa de engorde”. Además “se obtuvo el peso de la res en frigorífico y se calculó el rendimiento individual. El nivel de significancia utilizado fue de p<0,05”.

Con el trabajo los técnicos observaron que “el peso al ingreso al corral de engorde difirió entre los hijos de madres que parieron con 24 meses con respecto a las que parieron con 36 meses o multíparas” (P=0.01, figura 1). “La ganancia de peso en la etapa de engorde a corral fue similar entre los hijos de diferentes edades al parte de las madres, ganando 1.16 ±0.04, 1.08, y 1.06 los teneros hijos de madres con 24, 36 meses de edad o multíparas al momento del parto respectivamente” (p=0.23).

En cuanto al peso final de la etapa de engorde los profesionales comentan que “los hijos de madres que parieron a los 24 meses difirieron de los hijos de vacas multíparas, mientras que los hijos de madres que parieron a los 36 meses se comportaron de forma intermedia y no difirieron del resto” (p=0.03, figura1).

En la faena “se observó que el peso de la res de los hijos de animales primíparos (24 y 36 meses al parto) difirieron de los hijos de madres multíparas (P=0.001, Figura 2). No encontrando diferencias en el rendimiento de los mismos, 53%” (P=0.94).



Con el desarrollo del trabajo los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA pudieron establecer que “la edad a primer parto afecta los pesos vivos de los animales en la etapa de engorde”, mientras que “el peso de la res estuvo afectado por el número de partos de las madres y no por la edad de los mismos, ya que los hijos de primíparas no difirieron entre sí”. Sin embargo los profesionales advierten que “el rendimiento de los animales a la faena no se vio afectado por los tratamientos”.

Desde el INTA sus técnicos comentan que “queda pendiente la evaluación de la composición de la res ya que el número de fibras musculares no se incrementa después del nacimiento”, así también “está pendiente el análisis de metabolitos y hormonas que podrían haberse modificado por la edad de las madres al parto”.

Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado INTA Rauch. Av. Belgrano 416
Tel. (02297) 440525
Referente: Sebastián Lopez Valiente
E-mail: lopez.valiente@inta.gob.ar