A la
selección
Elección
del cultivo para ensilar
Los
sistemas ganaderos del centro de la provincia de Buenos Aires se encuentran en
un proceso de conversión hacia ciclo completo, con mayores exigencias en la
calidad de sus dietas.
Con estos nuevos planteos que procuran mantener los parámetros
productivos, la intensificación no solamente implica un aumento de carga, sino
también la realización de recrías o invernadas cortas, en las que las reservas
toman un papel preponderante.
El silaje de planta entera “es una reserva versátil
que presenta una alta producción de materia seca por hectárea, y que puede ser
usado con óptimos resultados en todas las categorías”.
Entre
sus principales ventajas los técnicos del INTA destacan su “alto rendimiento de
forraje por hectárea, con buena calidad”, además de permitir la “cosecha
anticipada del cultivo” y por lo tanto liberar superficie para un cultivo de
invierno. En lo económico “representa un bajo costo relativo por kilo de
materia seca digestible” y es una “excelente reserva que puede ser utilizada en
todas las categorías, permitiendo mantener alta carga, sin bajar la ganancia de
peso, y aprovechar mejor el pico de producción de las pasturas en primavera”.
Si bien el ensilaje de maíz es el más difundido, con
los cambios en la manera de alimentar a los rodeos se han incorporado otras
alternativas como el sorgo (cultivos de gruesa), capaces de brindar buena
una buena calidad nutritiva.
El
uso de silajes de sorgo en sistemas ganaderos de la Cuenca del Salado “se ha
incrementado notoriamente debido a su mayor rusticidad en ambientes marginales
y a su bajo costo por kilo de materia seca producida”.
“La selección del cultivo para la confección del silo es una disyuntiva
que se presenta muy a menudo” comentan los técnicos de la Estación Experimental Agropecuaria
Cuenca del Salado de INTA, a cargo de ensayos comparativos orientados a evaluar
la
eficiencia y alternativas de uso de ambos cultivos como
herramienta para mantener una alta carga animal y buenas ganancias de peso del
ganado. La respuesta, según los profesionales, “depende
principalmente de la zona, el régimen de lluvias de la región y las limitantes
del suelo” por lo que es recomendable para esta finalidad “elegir aquel cultivo
que presente mayor rendimiento de grano”.
En las zonas con condiciones
edafoclimáticas limitantes para el cultivo de maíz, el sorgo tiene grandes
ventajas comparativas, debido a que presenta una alta eficiencia en el uso del
agua, tiene mayor capacidad de absorción del agua del suelo y, además, puede
permanecer en estado de latencia durante períodos de sequía prolongados.
El grano es un componente de alta
digestibilidad, mientras que el tallo y las hojas son de limitada calidad
nutritiva, tanto en maíz como en sorgo. Por ello, para obtener un silaje de
calidad lo más conveniente sería un híbrido que tenga un alto índice de cosecha.
Es decir, que tenga máxima proporción de
grano en la planta, lo que permite asegurar un adecuado contenido de almidón en
el silaje.
“El
sorgo presenta ciertas características morfológicas y fisiológicas que le
otorgan la capacidad de producir forraje aún con limitada disponibilidad de
agua”, indican los técnicos de la Experimental Cuenca del Salado del INTA que
desde hace casi una década vienen realizando ensayos comparativos que les han
permitido evaluar el comportamiento de híbridos de sorgo para silaje.
En
la actualidad existen en el mercado numerosos genotipos de sorgo que se
diferencian en producción de materia seca (MS) y en la proporción de los
componentes morfológicos de la planta como hoja, tallo y panoja. La proporción
de panoja puede variar desde valores inferiores a 20% en los híbridos
forrajeros, hasta 30-50% en los graníferos. Los híbridos sileros presentan una
producción de grano intermedia, junto a una alta producción de biomasa .
Los
sorgos forrajeros han sido difundidos para silaje por su gran altura y follaje.
Sin embargo, los híbridos sileros y graníferos pueden alcanzar rindes similares
de forraje en kgMS/ha con la ventaja de tener mayor contenido de panoja y por
ende un mayor aporte de grano al silaje.
En
consecuencia, si bien cada cultivo presenta ventajas comparativas y limitantes
para la producción de silaje como reserva, los técnicos
del INTA insisten en indicar que “el
cultivo a elegir dependerá de la zona y la calidad de suelo, procurando elegir
aquel que pueda garantizar una alta producción de materia seca por hectárea,
junto a una adecuada proporción de grano.
Para
mayor información:
EEA Cuenca del Salado. AER Azul. Área de Producción
Animal.
Av. Peron 1015, Azul.
Tel/Fax. (02281) 4424760
Referente: María
Agustina Ressia
E-mail: ressia.maria@inta.gov.ar