En eso estamos
Investigación, ensayos y extensión para la Cuenca del
Salado.
El sector productivo agropecuario argentino ha logrado
entender la demanda y desarrollar insumos y tecnologías que permitieron al país
multiplicar los volúmenes de producción. Este proceso evolutivo del sector
agroalimentario nacional se ha dado a partir del compromiso de los diferentes
eslabones de las cadenas de valor.
Fomentando acciones para acompañar este desarrollo
territorial, desde la Estación Experimental Agropecuaria Cuenca del Salado del
INTA se promueve la Innovación Tecnológica y Organizacional mediante
actividades de investigación aplicada, experimentación adaptativa en sistemas
reales de producción, capacitación, extensión y transferencia de tecnología.
Cerca de 9 millones de hectáreas, distribuidas en 24
partidos ocupan a hombres y mujeres de la Estación Experimental, en la búsqueda
cotidiana de estrategias que ayuden al campo ingresar en un camino de mejora
continua.
Procurando dar respuesta al sector productivo, y a partir
de una estructura estratégicamente descentralizada, desde el INTA se trabaja
con los objetivos de asegurar la cobertura del territorio de manera
equilibrada, buscando estimular la investigación participativa en los mismos
campos de los productores agropecuarios.
Gestión para el desarrollo:
El inicio de un nuevo año resulta un momento propicio
para la reflexión y el repaso de los avances logrados en la gestión. Una
revisión de las acciones y actividades impulsadas permite valorar los aciertos
y rectificar el rumbo para mejorar la eficiencia.
El año que finaliza ha sido para la Estación Experimental
Agropecuaria Cuenca del Salado del INTA de gran trascendencia en cuanto al
fortalecimiento de los vínculos interinstitucionales. Aportando sus fortalezas
y sumando la experiencia de otras entidades del sector público y privado desde
las diferentes Agencias de Extensión se concretaron líneas de trabajo con
establecimientos educativos, académicos y municipios de la región, organismos
provinciales, laboratorios regionales, círculos de profesionales, cooperativas y
empresas.
En el ámbito de la producción, las vinculaciones
tecnológicas permitieron en este período desarrollar Proyectos y avanzar en el
planteo de otros con alcance internacional como el que involucra a la Junta de
Extremadura, CEDESA y CENSYRA, que busca “generar acciones concertadas entre
instituciones (privadas y públicas) vinculadas a tecnología de precisión y
manejo de TICs y sensores para la ganadería bovina, especialmente en sistemas
de cría”.
El fortalecimiento del desarrollo con inclusión social,
integrando las economías regionales y locales a mercados internos e
internacionales, generando además empleos e ingresos fue uno de los focos de
interés para los técnicos del INTA que durante el último año impulsaron
acciones de intervención junto a los productores familiares promoviendo el
“Arraigo y Desarrollo de la Familia Rural”.
Investigación y ensayos para la mejora productiva:
El proceso evolutivo que ha protagonizado el sector
productivo primario argentino en las últimas décadas han sido producto del
replanteo de los modos de producir, la eficientización de los sistemas y el
compromiso de los diferentes eslabones de las cadenas de valor.
Como parte de ese proceso, y en la búsqueda cotidiana de
estrategias que ayuden al campo a transitar un camino de mejora continua, la
Estación Experimental Agropecuaria Cuenca del Salado del INTA orienta sus
ensayos y líneas de investigación a partir de un esquema que contempla el
desarrollo de módulos experimentales y el seguimiento de producciones en campos
de productores.
El 80% de las líneas de trabajo de la EEA Cuenca del
Salado, están vinculadas con la producción ganadera (bovina, porcina y ovina).
El 65% de estas líneas se refieren a la producción bovina con una fuerte base
en sistemas productivos (manejo nutricional, sanidad, genética, forrajes,
pasturas, verdeos y cultivos, pastizales, agricultura, manejo por ambientes,
sustentabilidad de suelos).
La investigación y la extensión en la EEA Cuenca del
Salado, van hermanadas desde su origen, ya que en su modelo de trabajo se
priorizó un enfoque descentralizado, con numerosas Unidades de Extension
dispersas por el territorio que nuclean a extensionistas e investigadores en el
mismo espacio de trabajo. El grado de descentralización obliga a la institución
a articular fuertemente con el medio y eso a la vez permite generar espacios de
trabajo interinstitucionales que permiten el desarrollo de acciones que
directamente contribuyen al desarrollo como por ejemplo los planes de venéreas,
carbunclo y pasturas del partido de Rauch.
En un entorno productivo caracterizado por sistemas
ganaderos y agrícolas la Experimental Cuenca del Salado cuenta con un complejo
montado sobre las colonias Ortiz Basualdo y Ferrari, donde se realizan
actividades periódicas de formación y capacitación de estudiantes,
profesionales, productores y operarios de establecimientos agropecuarios,
enfocadas en las expresiones de la ganadería vacuna de cría y recría.
Con la finalidad de contribuir al desarrollo de la
región, a través de acciones tendientes a consolidar la cooperación en materia
educativa, científica y tecnológica, el campo experimental del INTA ha sido
durante el 2018 un “aula a cielo abierto” recibiendo grupos de estudiantes de
carreras afines a la producción agropecuaria, profesionales y productores.
Puesto que la producción de pastizales y pasturas es una
práctica con creciente difusión en la región de la Cuenca del Salado
bonaerense, desde la Experimental del INTA se trabaja sobre pautas de
producción y manejo de las mismas. Durante el 2018 los técnicos dieron
continuidad a proyectos de investigación y ensayos, entre los que se destacan
el “mejoramiento de megatérmicas nativas (pasto miel), ensayos comparativos de
rendimientos, centrando a la producción vegetal como soporte de la ganadería
mediante los cultivos de soja, maíz, sorgo, raigrás, avena, cebada, Lotus,
festuca, agropiro y pasto ovillo, entre otros.
En cuanto a la producción animal el trabajo se encuadra
en un Proyecto que cuenta con módulos demostrativos, en los que en ganadería
porcina se abordan problemáticas y técnicas sobre la nutrición, la reproducción
y los sistemas productivos de los cerdos, a través de la Unidad Demostrativa
Porcina.
Motivados por contribuir a la mejora productiva de la
región mediante el aporte de diferentes acciones, los técnicos de la
Experimental acompañan a los productores ovinos a través del desarrollo de
Programas, el impulso de Proyectos y la realización de actividades y eventos.
La actividad durante el año 2018 contempló además la realización de una
encuesta socio-productiva y la caracterización de las lanas de la zona de
Cuenca del Salado, mientras que en términos de productividad se trabajó es
aspectos ligados a la genética de los ovinos, y una activa participación de los
técnicos del INTA en Mesas del sector.
El sector apícola encuentra en la Experimental un aliado
estratégico, puesto que los trabajos desde el INTA se relacionan al fomento del
agregado de valor en origen (polen, jalea real, propóleos, ceras, etc.), con el
impulso de espacios de intercambio de conocimientos como el “Sendero
tecnológico para miel de calidad” y el impulso de “modelos asociativos”, nuevos
y existentes, como grupos de Cambio Rural, Cooperativas y Clúster.
Todas estas propuestas técnicas son atravesadas
transversalmente por un criterio conservacionista del ambiente, bajo pautas de
manejo sustentable y que ponen en foco el cuidado del agua y el suelo como
recursos fundamentales.
La investigación se apoya en el diagnóstico y la
evaluación del impacto de las tecnologías actualmente utilizadas por los
productores a nivel suelo. Es así que el Proyecto institucional de la Estación
Experimental Agropecuaria Cuenca del Salado del INTA procura ccontribuir al
desarrollo de Planes de Ordenamiento Territorial de los Municipios,
principalmente en lo referido al uso de agroquímicos.
Manantiales de conocimientos:
Durante el año 2018 los equipos técnicos de la
Experimental organizaron sus trabajos en áreas del conocimiento orientadas a
los diversos tipos de producciones que se realizan en la región.
La investigación sobre ganadería bovina contempló el
estudio de aspectos relacionados a la nutrición, sanidad y genética animal.
Este año se cumplieron 10 años del inicio de los trabajos en la Chacra
Experimental Integrada Chascomús (Convenio INTA-MAIBA) donde se trabaja en
sistemas ganaderos buscando mantener altas cargas e intensificar la cría
bovina.
“Desde el inicio se han ensayado distintas alternativas
de alimentación, manejo diferencial de los pastizales naturales, y un estricto
control sanitario y nutricional”. En el
año 2008 “se implementaron dos modelos productivos con diferentes formas de
intensificación. Por un lado, el Rodeo de Cría Intensiva (RCI), con 2
equivalente vaca por hectárea (EV/ha), cuya finalidad en ese momento fue
liberar superficie para otras actividades más rentables y eficientes que la
cría pura”. De esta manera “resultaría factible realizar ambas actividades (cría
más invernada, o cría más agricultura) sin resignar el capital vaca, obteniendo
buenos indicadores productivos” indican los profesionales.
Por otro lado, “se constituyó otro rodeo con una carga
menor con 1 equivalente vaca por hectárea (Ev/ha), pero sensiblemente mayor a
la media zonal, denominado “Rodeo de Cría Semi-Intensiva” (RCSI), que
utilizaría las alternativas de alimentación más tradicionales de la zona”.
Un modelo a seguir:
Desde el inicio de los ensayos los módulos a escala real
fueron visitados por más de 2.000 productores y cada año se invita a
recorrerlos, acompañados por los mismos técnicos, en las llamadas Jornadas
Ganaderas. Los trabajos que se impulsan son fuente de información para los
productores que transfieren las novedades a sus campos, puesto que los ensayos
son realizados en ambientes característicos de la región de la Cuenca del
Salado.
Uno de los ejes de investigación está orientado a la
“Cadena forrajera y producción física”, considerando las condiciones climáticas
y los recursos con los que se cuenta en cada estación del año. Al respecto los
técnicos comentan que “l, considerando las condiciones climáticas y los
recursos con los que se cuenta en cada estación del año, mediante el desarrollo
de módulos de recría e invernada, que permiten darle kilogramos a bajo costo a
la zafra de terneros, y así no solamente lograr mejores márgenes y plasticidad
en la carga del establecimiento, sino que también contribuir a incrementar los
pesos de faena...
Al respecto los técnicos de la Experimental destacan que
“cada estación del año muestra sus particularidades en lo que hace a producción
y calidad del forraje ofrecido, pero también en función del crecimiento y tamaño
alcanzados por los animales”.
La cadena forrajera se compone de una fase otoño-invernal
llamada “fase de concentración” y una fase primavero-estival denominada “fase
pastoril”. Ambos sistemas cuentan con proporciones semejantes relativas en
calidad de suelo. La diferencia radica en la carga, los planteos tecnológicos
para la producción, y la utilización del forraje fresco y las reservas”.
La Chacra cuenta además con un módulo de recría e
invernada donde más del 80% de la dieta está constituida por forraje fresco.
Este módulo “tiene por objetivo terminar con los animales dentro del año,
aunque también podría tomarse en forma parcial para entregar animales a los
corrales de terminación”. La estrategia le permite al criador incrementar su
rentabilidad y hacer más flexible el sistema, ya que esta categoría “fusible”
puede servir como ajuste de carga en el sistema ante eventos climáticos
extremos.
Extensión:
El sistema de extensión y desarrollo del INTA apoya
procesos de intercambio de información y conocimientos para el desarrollo de
las capacidades de innovación de los miembros de las comunidades rurales,
urbanas y periurbanas. Asimismo, en una estrategia en red junto a gobiernos
provinciales, municipales, ministerios nacionales, universidades, ONG, entre
otras entidades, impulsa a los productores y a sus organizaciones para que sean
competitivos, se desarrollen en un marco de equidad e inclusión social y de cuidado
del ambiente.
En este marco institucional durante el año 2018 desde la
Estación Experimental Agropecuaria Cuenca del Salado del INTA se trabajó desde
las Unidades Demostrativas, como
espacios de integración con productores y escuelas a cielo abierto, a través
del dictado de charlas, cursos, seminarios y la realización de jornadas a
campo.
Con 26 eventos interinstitucionales desarrollados en Las
Colonias y en el área en que la Experimental realiza su trabajo, fueron
capacitadas más de mil personas, entre trabajadores rurales, productores,
profesionales y estudiantes. Asimismo en el CECAIN, durante el 2018, más de 300
alumnos de escuelas agropecuarias y productores recibieron capacitaciones
teórico prácticas en la UDP.
La actividad se complementó con los tradicionales
monitoreos en campos de productores, haciendo un relevo de índices
reproductivos y de condición corporal, sistemas de diagnóstico veterinario,
manejo de pastizales naturales y manejo forrajero en un total de 256 campos de
productores medios, dos veces al año.
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado INTA Rauch. Av. Belgrano 416 Tel. (02297) 440525