Dar en el
blanco
Limitantes productivas de los
suelos sódicos.
Varios de los procesos de la degradación de los
suelos están relacionados a la química, vinculados a la vez a la degradación
biológica.
Algunos de los factores que propician la
degradación química suelen ser el agotamiento
de nutrientes y la acidificación
del suelo que resultan como consecuencia de, entre otras causas,
el agotamiento de la materia orgánica. También están los cambios físicos que
llevan al suelo a disminuir su capacidad productiva como la
compactación, pérdida de estructura y disminución de la porosidad.
Dado
que los suelos sódicos, es decir aquellos con elevada concentración de sodio
limitan la producción de los sistemas ganaderos, desde la Estación Experimental
Cuenca del Salado del INTA se impulsan trabajos de investigación orientados a
generar información para los productores.
“El Sodio (Na+) en el suelo puede
presentarse en altas concentraciones desde la superficie o desde estratos más
profundos” y según explican los técnicos del INTA
“el primer caso, conocido como como suelos de “pelo de chancho” o “barros
blancos”, “es el más grave y problemático”.
El perjuicio
que el sodio puede acarrear sobre las propiedades edáficas, analizadas desde el
punto de vista de su capacidad productiva, puede resumirse en dos categorías:
“la toxicidad específica y la dispersión de las arcillas”.
Desde el
punto de vista químico, “se ha comprobado que el sodio tiende a elevar los
niveles de pH disminuyendo la disponibilidad de nutrientes esenciales”. Entre
otros efectos negativos, los especialistas indican que esta sal “puede generar
toxicidad sobre las especies implantadas e impedir el crecimiento de raíces”.
En cuanto al análisis físico “provoca la dispersión de las arcillas del suelo,
efecto directamente asociado a la formación de costras que impiden la
emergencia de las plantas y facilitan la erosión, dado que a una menor
porosidad y a una mayor resistencia de los agregados impide el normal
desarrollo radicular”.
Sin embargo,
más allá de estos aspectos negativos del exceso de sodio en los suelo, para los
técnicos “el efecto más importante sobre el suelo se debe a que las arcillas
dispersas son arrastradas ocupando poros y provocando su sellado, por lo tanto
la conductividad hidráulica y la infiltración son severamente afectadas”.
Una mirada al
suelo:
Para
enfrentar la problemática los técnicos del INTA Cuenca del Salado, en primera
instancia, sugieren “diferenciar entre suelos salinos y sódicos”.
La propiedad
distintiva y dominante de los suelos salinos es “la alta concentración de
electrolitos, mientras que la de los suelos sódicos (Barros blancos) es el
elevado porcentaje de sodio intercambiable (PSI) siendo estos casos los que más
limitantes presentan”.
Los umbrales de
Conductividad eléctrica (CE) y porcentaje de sodio intercambiable (PSI) es el
punto de partida para definir si se trata de un suelo salino o sódico
respectivamente, e incluso como salino-sódico.
Frente a esta
problemática los profesionales del INTA indican que “es posible mejorar estos
ambientes si se incrementa la cobertura vegetal a través del manejo del
pastoreo o de cualquier otra técnica”. En estos casos la cobertura “actúa como
amortiguador del agua de lluvia evitando el sellado superficial del suelo, y
reduciendo la velocidad de escurrimiento mejorando la infiltración”.
Se ha
demostrado que al disminuir la temperatura del suelo por efecto de la cobertura
disminuye la tasa de evaporación de agua y, con ello, minimiza el riesgo de
ascenso capilar de sales sódicas hacia la superficie.
El manejo del
pastoreo tiene como objetivo revertir los efectos perjudiciales que tiene el
sobrepastoreo sobre la estructura y funcionamiento del pastizal. La práctica
“consiste en la rotación de sectores de pastoreo en función de la
disponibilidad de forraje y momentos del año. Requiere la subdivisión de lotes
en parcelas y permite aprovechar los picos de disponibilidad de forraje,
disminuir la selección y aumentar los descansos. Se busca dar descansos
estratégicos para permitir la reinstalación de especies perdidas y
empobrecidas, y el aumento de volumen de especies enanizadas.
“Trabajos recientes sobre suelos
alcalinos han demostrado que los descansos otorgados por el pastoreo rotativo
permiten incrementar la cobertura total, aumentando la presencia de especies
invernales anuales y la recuperación de especies nativas, mientras que el “pelo
de chancho” disminuye sensiblemente su presencia”, indican los técnicos del
INTA Cuenca del Salado.
Además la estrategia de manejo con
descansos permite lograr en algunos casos mejoras leves pero significativas en
las características fisicoquímicas del suelo.
Para
mayor información:
Chacra
Experimental Integrada Chascomús (MAA-INTA). Mitre 202Chascomús.
Tel. 02241 42-5075 | 43-6690
Referentes:
Esteban Melani.
E-mail: melani.esteban@inta.gob.ar