Hace
Calor
Cálculo del índice de temperatura y humedad en rodeos bovinos.
Si bien los bovinos
presentan una mayor capacidad de adaptación al frio son más sensibles a
temperaturas elevadas. Mediante diversos estudios se ha demostrado que la
radiación solar, la velocidad del viento, la temperatura del aire y su
contenido de vapor de agua condicionan el estado de confort de los animales.
La combinación de los
factores climáticos determina una temperatura efectiva que, cuando sobrepasa la
zona de confort del animal, provoca situaciones de estrés a los animales que
impactan de manera negativa sobre su producción.
El índice de
temperatura y humedad (ITH) es
el indicador más utilizado para monitorear si las
condiciones ambientales resultan estresantes para los bovinos, permitiendo evaluar
el grado de estrés de los animales. En
tal sentido “el rango de temperatura ambiental de confort estimado para vacas
de razas británicas va de 15 a 25ºC.”.
Con el
objetivo de calcular los valores de índice de temperatura y
humedad (ITH) durante los meses de máximas temperaturas, entre fines del año 2013
y del 2014, un grupo de técnicos la
Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA, impulsaron un estudio para “determinar
cuál fue el grado de riesgo de estrés térmico que sufrieron los bovinos de la
región de la Cuenca del Salado” en dicho período. El seguimiento fue realizado a
partir de los datos obtenidos de la estación meteorológica ubicada en la
Colonia Ortiz Basualdo (EEA Cuenca del Salado), localidad de Las Armas, partido
bonaerense de Ayacucho.
Con el estudio los
técnicos del INTA pudieron determinar que “existe evidentemente un estrés
calórico que afecta a los bovinos en la región de la cuenca del Salado”.
Al respecto señalan que
si bien “son numerosos los estudios realizados en producción de leche,
muchos aspectos relacionados al impacto
productivo en la ganadería para carne aún quedan por ser analizados”. Por tal
motivo los profesionales indican que resulta “necesario continuar con estudios
que analicen el impacto del “calor” en la ganado para carne de la región de la
Cuenca del Salado”.
Tabla: ITH máximo diario durante noviembre – diciembre de 2013 y enero
2014
Consecuencias
del estrés calórico:
Los
técnicos del INTA señalan que “el estrés calórico afecta negativamente la
productividad del animal, la aptitud reproductiva y la salud”. En vacas de tambo
esta situación “genera una disminución en el consumo de forraje de un 10 a un
20%, una baja en la producción láctea y como consecuencia un menor peso del
ternero al momento del destete”. A su vez se ve
afectada la fertilidad, “reduciendo las tasas de preñez por muerte embrionaria,
menor peso al nacer y disminución de la viabilidad de los terneros”.
Algunos estudios relacionan
la perdida de preñez a raíz de disfunciones a nivel del macho. Estas alteraciones “pueden
ser debidas a una disminución del apetito sexual y/o alteraciones en la calidad
espermática”, indican los referentes del INTA. Con respecto a la calidad
espermática destacan que “la severidad de la alteración va en función de la
duración y severidad del estrés, pero a su vez estos últimos factores son
determinantes en el tiempo de recuperación, que se sabe puede ser de hasta dos
meses post-finalización del estímulo estresante”.
En animales en recría
que sufren este tipo de cuadro, se ve afectada la ganancia diaria por un menor
consumo de alimento. Las
dietas más concentradas en energía generan menos fermentación que las dietas en
base a forraje. Por otro lado, dietas
ricas en fibra son menos energéticas y generan un mayor calor metabólico a raíz
del tiempo de fermentación, relación inversamente proporcional a la calidad de
forraje.
Según los profesionales
“los animales en confinamiento son más susceptibles a sufrir estrés calórico a
causa del hacinamiento sumado a la posible falta de acceso a sombra”. Por tal
motivo se sugiere “cambiar los horarios de suministro de alimento en los
corrales para evitar que los picos de fermentación ruminal coincidan con el
momento de temperatura máxima ambiental”.
En cuanto a la sanidad
resulta importante tener en cuenta que “existen micotoxinas capaces de agravar
el estrés térmico por ser capaces de producir hipertermia en el animal”. Tal es
el ejemplo de “la festucosis u otros hongos endófitos y el cornezuelo, que
puede estar presente en diferentes gramíneas durante la época del año con mayor
riesgo de estrés térmico”. Al respecto los técnicos del INTA observan que “en
la cuenca del salado es posible que el impacto negativo en la producción ocurra
principalmente cuando se produce la combinación de ambos factores, el estrés
térmico más la presencia de micotoxinas” (festucosis, ergoalcaloides derivados
del Claviceps purpúrea).
Sugerencias para
disminuir el estrés calórico:
En cuanto al manejo del
ganado ante situaciones climáticas de temperaturas extremas los técnicos del
INTA sugieren prever la “disponibilidad de agua apta para el consumo animal
dependiendo del tipo de producción”, proveer de sombra a los animales y modificar
los patrones de alimentación”, dado que para animales en encierre a corral “es
conveniente dar a la tarde más comida y menos a la mañana”.
En cuanto al momento de
ofrecer las raciones de alimento proponen “entregar el 70% del total del
alimento diario entre 2 y 3 horas después del pico de temperatura ambiental”, evitando
maniobras de manejo y arreo o la programación de actividades durante los días
de mayor temperatura, realizando en lo posible las tareas sobre el ganado antes
de las 10.00 am.
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado
INTA Rauch. Av. Belgrano 416 Tel.
(02297) 440525
Referentes:
Med. Vet. Alejandro Rodríguez | Med. Vet. Sebastian Maresca.
Colaboración: Med. Vet. Joaquin Armendano (MV residente
del SDVE de INTA Balcarce)
E-mail: rodrigue.alejandro@inta.gob.ar