Sustentabilidad

Una de dos
Cultivos de cobertura y pastoreo

En su búsqueda por fortalecer la sustentabilidad productiva y ambiental, la agricultura se ha orientado hacia alternativas de manejo capaces de reducir riesgos y optimizar el uso de los recursos, buscando alcanzar sistemas con niveles de productividad estables que no afecten negativamente el equilibrio ecológico-ambiental.

En ese proceso desde la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA se trabaja en proyectos relacionados al manejo de los cultivos para hacer un uso racional del suelo.

“Una estrategia importante es la incorporación de cultivos de cobertura, también llamados puentes verdes o cultivos de servicio”, explican los técnicos del INTA al referirse a una práctica sobre la que consideran que, “en sistemas agrícola-ganaderos, debe ser aún más valorizada pues dicha cobertura puede ser convertida en carne o leche”.

“Un cultivo de servicio es una especie implantada sin un fin comercial inicial, sino con el objetivo de favorecer a los cultivos de granos que se implantan posteriormente”. De ese modo “se favorece la mejora de la estructura del suelo, su fertilidad natural, evitando la erosión en tiempos de barbecho y el control de malezas”, entre otros aportes.


El uso de cultivos de cobertura ha sido desarrollado en Uruguay, con el planteo de “sistemas mixtos de producción sobre suelos arcillosos, poco profundos y con mucha erosión”.

Mediante ensayos, según explican los profesionales del INTA, “se ha observado que entre dos cultivos de soja, un cultivo de cobertura o servicio, puede producir 200 kilos de carne por hectárea, lo que permitiría recuperar el costo de la implantación de una pastura perenne”.

Si el cultivo siguiente es Maíz, los profesionales sugieren “incluir una leguminosa que permita fijar nitrógeno, reduciendo así la necesidad de fertilización a posteriori”. Sin embargo, caso de que sea Soja, “debería ser una gramínea capaz de aportar materia orgánica, dado que residuos con mucho nitrógeno afectan luego la nodulación”.


Entre las especies que proponen los técnicos del INTA están la Vicia y los Tréboles persa y de Alejandría o Melilotus albus, todas con una baja relación carbono-nitrógeno.


Las mezclas con mayor porcentaje de gramíneas favorecen la utilización, con descansos, y permiten reducir el impacto del pisoteo aportando mayor porcentaje de materia seca. Asimismo “puede incluirse en la mezcla una Crucífera como Colza o Nabo forrajero que favorecen la formación de macro poros en el suelo”.

En cuanto al manejo los técnicos de INTA plantean que “es clave que los cultivos de servicio no sean sobrepastoreados, dado que aumenta la compactación y favorece la aparición de malezas”.

Entusiasmados con las ventajas de los Cultivos de Servicio, los técnicos del INTA destacan que los mimos “permiten mejorar el balance de carbono y materia orgánica, fijar nitrógeno, estabilizar la oferta de nutrientes y atenuar las pérdidas de suelo por erosión hídrica o eólicas”. Asimismo “favorecen la infiltración de agua, reducen los procesos de salinización y evaporación”, pero fundamentalmente “mejoran la actividad biológica y diversidad microbiana de los suelos”.

Para mayor información:
AER Las Flores. EEA Cuenca del Salado.
Av. San Martín 825, Las Flores Tel/Fax. (02244) 452284
E-mail: delavega.mariano@inta.com.ar
Ing. Agr. Mariano Benjamín de la Vega