Que no se
repita
Abortos
y reincidencia de celo en cerdas de cría a campo
En
la producción porcina el manejo reproductivo incide sobre los resultados
productivos y por lo tanto en los económicos. En cerdas de cría a campo algunas
de las fallas en el proceso se relacionan a la repetición de celos y a los
abortos, es decir a “la expulsión uterina en cualquier etapa de la gestación de
un feto muerto o vivo que no ha alcanzado el grado de desarrollo para ser
viable”.
Según
explican los técnicos de la Estación Experimental del INTA que trabajan junto
al sector productivo sobre estas problemáticas, “el aborto no es una enfermedad
específica, sino un signo clínico de numerosas enfermedades que afectan ya sea
al feto, a la placenta, al aparato reproductor de la madre”. Una de las formas
de clasificarlo es según su etiología, en no infeccioso o infeccioso. La
etiología infecciosa es la causante de alrededor del 40% de los abortos
diagnosticados.
En
la cría de cerdos a campo las cuatro principales causas de infección que
producen abortos y/o trastornos reproductivos en los cerdos en establecimientos
de medianos y pequeños productores son Brucelosis, Leptospirosis, Aujesky y
Parvovirosis.
Los
referentes del INTA comentan que “la etapa de gestación durante la cual la
cerda y/o los fetos son infectados será la que determine la capacidad de
sobrevivencia de la camada”. En un aborto pueden perderse uno, varios o todos
los fetos de la camada. “Si la infección ocurre previo a los 35 días de
gestación, puede ocurrir muerte embrionaria y posterior reabsorción,
presentando repetición de celo. Sí la infección transcurre entre los 36 a los
70 días de la gestación, los fetos pueden ser momificados. Si es después del
día 70, puede ser que los lechones nazcan débiles o muertos”.
El
diagnóstico de los abortos se realiza por la historia clínica, el examen físico
y se confirma a través de técnicas de laboratorio con muestreo serológico o de
tejidos posiblemente infectados.
Dado
que los casos de aborto son analizados y estudiados desde la Experimental
Cuenca del Salado del INTA sus profesionales realizaron un trabajo descriptivo
de una experiencia en cerdas en primer tercio de gestación en un campo de la
región.
El
informe refiere a un caso ocurrido este año, en un criadero de cerdos de baja
escala a campo, en el partido de Rauch, provincia de Buenos Aires. “Los cerdos
afectados fueron un total de 19, de los cuales 17 eran cerdas de 1er a 4to
parto y 2 eran padrillos. Los animales se encontraban en un potrero con pastura
natural, y a este pastoreo se les agregaba 2 kg de maíz molido por día para
cada animal”. Según comentan los técnicos “en ocho del total de las cerdas, el
productor observó repetición de celo y en 2 de ellas pedazo de placenta
colgando”.
Por
cuestiones de anegamiento se realizó la visita al establecimiento 30 días
posteriores a la aparición de la sintomatología descripta por el productor. Como
parte del procedimiento “se recorrió el establecimiento, se realizó la
anamnesis y el sangrado a 8 cerdos (6 cerdas, las cuales presentaron repetición
de celo, y a los padrillos) para diagnostico serológico de Brucelosis,
Leptospirosis y Aujesky”. Todas las muestras para Brucelosis fueron analizadas
mediante dos aglutinaciones, Antígeno buferado en placa (BPA) y Test Rosa de
Bengala (RB)), y una prueba confirmatoria llamada “Técnica de Polarización
Fluorescente” (FPA). Todas las muestras para Leptospirosis fueron analizadas
mediante MAT. Mientras que Aujesky se analizó mediante test de ELISA”. Ante la
sospecha de micotoxinas, “se sugirió de analizar el maíz, pero no se pudo debido
a que no tenían disponible, dado que se había cambiado la dieta y estaban
comiendo balanceado por recomendación”.
Con
los resultados de laboratorio, datos de la anamnesis, y el análisis del
criadero, los técnicos del INTA infieren que “se trató de un caso de
Leptospirosis” y al respecto estiman que “los animales pueden haber sido
infectados por este agente a través del agua, la cual por las grandes lluvias cubrió
aproximadamente la mitad del establecimiento”.
Como
parte del tratamiento “a los animales a los animales se les inyecto
estreptomicina”. Además “se le recomendó al productor la vacunación de las
cerdas con doble dosis de vacuna parvo-Lepto 40 y 21 días, previo al servicio”
y el “tratamiento de la piara con oxitetraciclina en el alimento”.
Acciones
preventivas:
Según
explican los técnicos del INTA “el control y la posible erradicación de la
enfermedad pueden lograrse con medidas como vacunación, la higiene y
tratamiento de animales enfermos”.
Entre
las acciones para prevenir enfermedades abortivas se sugiere “vacunar a las
cerdas primovacunadas con doble dosis de vacuna contra parvovirus y leptospira
40 y 20 días previo al parto”. Además es importante “realizar un sangrado de
todos los animales una vez al año para control de Brucelosis y Aujesky”, como
también “controlar mediante análisis de micotoxinas al pienso utilizado,
utilizando siempre un alimento adecuado para los cerdos y una fuente de agua
potable para los mismos”.
“Una
tasa de abortos menor del 2% es considerada aceptable en la mayoría de los
criaderos”. En casos que la tasa suba, lleva a sospechar en primera instancia a
causas infecciosas”. Las enfermedades abortivas son de gran incidencia en la
producción porcina, por lo tanto “es importante para el productor tomar todas
las herramientas para controlar las mismas”. Un modo de hacerlo es “contar con
un plan sanitario acorde a su establecimiento, la buena higiene del mismo y la
correcta alimentación son fundamentales para que en los criaderos se observe
bajos porcentajes de animales abortados”.
Para
mayor información:
INTA
Cuenca del Salado. Rauch, Av. Belgrano 416.
Tel. (02297)
442206 / 440525
Referente: Med Vet. Federico Guzmán
E-mail: guzman.federico@inta.gob.ar