Sin límites
Pautas para optimizar el uso de suplementos.
Uno de los principales puntos críticos de los sistemas de
producción de carne en Argentina es la baja eficiencia de utilización del
forraje. Si bien se han desarrollado numerosos estudios a nivel nacional e
internacional que han permitido comprender cómo es posible corregir las
variaciones estacionales en la calidad de forraje mediante la utilización de
distintos suplementos dietarios para maximizar su eficiencia de utilización y cumplir
con los objetivos de producción. Sin embargo, los altos costos operativos, la
necesidad de equipamientos y la falta de mano de obra calificada, han sido los
factores limitantes para la adopción de estas tecnologías.
Trabajando sobre la problemática, desde la Estación
Experimental Cuenca del Salado del INTA, “en los últimos años se ha registrado
un marcado incremento del uso de sistemas de suplementación con comederos de
autoconsumo, los cuales han permitido resolver las limitantes”. Sin embargo, una
de las principales desventajas que observan los técnicos con los sistemas de
comederos de autoconsumo es que “los animales tienden a consumir una mayor
cantidad de suplemento que la que es indicada para lograr un correcto balase de
nutrientes a nivel ruminal y maximizar la digestión del forraje”, generando
“mayores costos y disturbios digestivos que reducen la eficiencia económica de
los sistemas”.
Con el objetivo de aportar alternativas disponibles para
limitar el consumo de suplementos cuando se utilizan comederos de autoconsumo
en sistemas de pastoreo, los referentes de INTA Cuenca del Salado han orientado
su trabajo al estudio del efecto de la sal y de otros compuestos que limitan el
consumo.
Uso de sal:
Desde la década de los ´50 se ha incorporado la sal
(Cloruro de Sodio) en los suplementos para controlar el consumo a una cantidad
preestablecida. Sin embargo este compuesto presenta algunas desventajas que
limitan su adopción. La sal es de bajo valor nutricional y requiere ser
incluida en grandes proporciones. Dependiendo del nivel de consumo que se desea
lograr, la sal puede ser incluida entre un 8 y 30%.
Algunos trabajos indican que la sal puede resultar en una
alta variación del consumo entre animales y también afectar la digestibilidad
del forraje cuando es suministrada en altos niveles. No obstante, en
experimentos controlados, con alta disponibilidad de agua limpia y fresca, no
se observaron efectos perjudiciales de la sal sobre la gestación, producción de
leche, crecimiento del ternero y digestibilidad del forraje.
La sal es rápidamente absorbida por el tracto intestinal
llegando a la sangre y luego siendo excretada por los riñones a través de la
orina. Los animales son capaces de eliminar la sal cuando disponen de una
adecuada cantidad de agua de calidad. El consumo de agua puede incrementarse
hasta un 50% en estas situaciones. Por lo tanto la disponibilidad de agua es
esencial para evitar cuadros de intoxicación.
En relación a la definición de la concentración de sal a
utilizar, los técnicos del INTA Cuenca del Salado señalan que “hay varios
factores a tener en cuenta para alcanzar los niveles de consumo de suplemento
deseado”; destacando entre ellos “la palatabilidad de los ingredientes del
suplemento, el contenido de solidos totales en el agua, la adaptación de los
animales al consumo de sal y el peso o edad de los animales”.
Asimismo sugieren que “si se suplementa con granos es
conveniente que estén partidos para mezclarlos con sal de similar tamaño de
partícula y evitar la estratificación de los componentes del suplemento en el
silo de autoconsumo”, destacando que “se debe utilizar preferentemente sal
gruesa para lograr una buena homogeneidad en la mezcla”.
También resulta importante “conocer el contenido de solidos
totales en el agua ya que esta puede contener otros minerales que actúan
limitando el consumo, por lo tanto se debe prestar atención cuando se usa sal
como limitador si el agua tiene más de 5000 ppm de solidos totales”.
Otro aspecto que para los técnicos es relevante tener en cuenta
en periodos largos de suplementación es “la adaptación de los animales al
consumo de sal”. Usualmente es necesario incrementar la concentración de sal
cuando se desea mantener un consumo de suplemento fijo, como puede ser en el
caso de una suplementación proteica de vacas gestantes. Las vacas se
acostumbran a consumir altas cantidades de sal e incrementan el consumo del
suplemento progresivamente. En situaciones de suplementaciones de animales de
recría el ajuste de proporciones de sal puede no ser necesario por tratarse de
animales en crecimiento, donde normalmente se planifica un incremento en el
consumo de suplemento en la medida que aumenta el peso vivo.
La concentración de sal requerida para limitar el consumo
varía según el peso del animal. En la Tabla 1 se muestran valores de referencia
para la inclusión de sal en suplementos para bovinos, asumiendo niveles bajos
de sólidos en el agua. Por ejemplo si se desea suplementar un ternero de recría
de 220 kg con 2 kg de un suplemento energético, como puede ser el grano de maíz
o sorgo, se debe incluir un 12% de sal. Es decir, el suplemento estará
compuesto por 88% de grano y 12% de sal.
El periodo de adaptación al consumo de concentrados
energéticos se puede realizar con los comederos de autoconsumo utilizando
inicialmente mayores proporciones de sal (50%) y luego reduciendo el nivel
progresivamente hasta alcanzar el consumo deseado. Este sistema puede ser
aconsejable con animales que ya saben consumir suplementos. Sin embargo, con animales que nunca
consumieron suplementos, resulta más eficiente y seguro realizar
acostumbramientos tradicionales, suministrando cantidades crecientes de
suplemento sin sal en bateas o en el piso y luego pasando al sistema de
autoconsumo con el agregado de sal.
Otros compuestos
que limitan el consumo:
Los ionóforos como la monensina, pueden ser utilizados para
limitar levemente el consumo de alimento total en dietas de terminación a
corral, pero no son efectivos cuando se desea limitar sólo el consumo de
suplementos que se utilizan en bajas proporciones de la dieta, como por ejemplo
para suplementaciones proteicas sobre pastoreo de forrajes de baja calidad o
suplementaciones energéticas en pastoreo de verdeos”. Sin embargo los técnicos
advierten que, “los ionóforos podrían utilizarse combinados con otros
limitadores para mejorar la eficiencia de conversión alimenticia, reduciendo
los riesgos de acidosis de animales suplementados con concentrados energéticos”.
Debido a que una legislación de la Unión Europea prohibió
el uso de antibióticos como promotores de crecimiento en 2006, se comenzaron a
investigar aditivos alternativos como los extractos de plantas, que son
generalmente reconocidos como seguros para el consumo humano y animal.
Estudios realizados con diferentes extractos de plantas y
metabolitos secundarios demostraron el potencial de las saponinas, aceite de
anís, extracto de capsicum, eugenol, y cinamaldehído para modificar la
fermentación microbiana ruminal. Al respecto los técnicos comentan que “si bien
estos compuestos pueden afectar el consumo de alimento, los resultados no son
lo suficientemente concluyentes y se requieren estudios con un rango de dosis
más amplia para confirmar sus efectos”.
Estudios realizados demuestran que el óxido de magnesio es
de baja palatabilidad para los bovinos y puede ser incluido en el suplemento
para controlar el consumo. Sin embargo otras experiencias no observaron cambios
en el consumo de un suplemento energético con la adición de óxido de magnesio
en un rango de 0,25 a 1,75%, por lo que se estima que “posiblemente mayores
niveles de este componente sean necesarios para limitar el consumo”.
En cuanto al cloruro de calcio se ha observado que “ha
permitido reducir el consumo de suplemento al 1% del peso vivo cuando se lo
incluyó en dosis del 2,5 al 5%, pero tiene la desventaja de ser corrosivo y
puede generar exceso de calcio en la dieta cuando se utilizan forrajes o agua
con altos niveles de calcio”.
En relación al sulfato de calcio (gypsum), también
compuesto de baja palatabilidad para los bovinos que ha demostrado ser efectivo
para limitar el consumo a menores concentraciones que la sal, los técnicos
indican que “los sulfatos están asociados a problemas sanitarios como la
polioencefalomalacia y pudiendo también afectar la absorción de magnesio.
Limitadores
físicos:
La industria de suplementos comerciales ha usado también
aspectos físicos como los bloques o líquidos para limitar el consumo de
suplementos. Estudios de revisión sobre estos métodos de suministro de
suplementos para ovinos y bovinos en pastoreo encontraron grandes variaciones
en el consumo individual y una alta incidencia de animales que no consumen.
Los suplementos líquidos pueden estar formulados a base de
melaza con inclusión de minerales y urea para corregir deficiencias energéticas
y proteicas de forrajes de baja calidad. Estos suplementos se suministran en
tanques con sistemas de rodillos para lamer. Trabajos realizados permitieron
observar una alta variación en el consumo de suplemento líquido en vacas de cría
en pastoreo de forrajes de baja calidad. También se demostró que la restricción
de la cantidad de suplemento líquido mediante dosificadores electrónicos generó
una reducción del consumo grupal pero incrementó la variación del consumo entre
vacas y la cantidad de vacas que no consumen.
Una mirada a
campo:
El uso de sistemas de alimentación con comederos de
autoconsumo se ha difundido rápidamente resolviendo numerosos inconvenientes
operativos en los establecimientos ganaderos de distintas escalas en todo el
país. Sin duda esta tecnología se adapta con menores inconvenientes en sistemas
de terminación a corral donde se buscan altos niveles de consumo de dietas con
alto contenido de energía. Sin embargo, los técnicos del INTA Cuenca del Salado
observan que “el uso de estos sistemas de alimentación se ha extendido también
a situaciones de suplementación en pastoreo, donde resulta indispensable
regular el consumo de concentrados para lograr una dieta equilibrada que
maximice la digestión del forraje”.
Los numerosos casos de acidosis con mortandad de animales
que se han presentado cuando se utilizan estos comederos, demuestran que es
necesario tomar ciertos recaudos para evitar trastornos digestivos que generan
pérdidas productivas importantes. Al respecto los especialistas indican que “en
muchas situaciones se presentan acidosis subclínicas (sin síntomas) con malos
índices de conversión que pasan inadvertidos”.
La sal ha demostrado ser efectiva para limitar el consumo
de suplementos sin causas negativas aparentes sobre la producción y salud
animal. Sin embargo, teniendo en cuenta que este es un compuesto que se utiliza
en altas concentraciones, no se conocen las consecuencias que podrían generarse
tras su uso reiterado y a largo plazo sobre la salud animal. Tampoco se conoce
el impacto ambiental que pueden generar las excretas de animales consumiendo
altas concentraciones de sal, especialmente sobre aspectos químicos del suelo.
Para los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del
Salado del INTA “el desafío es continuar explorando compuestos que en bajas
dosis permitan limitar el consumo de suplementos sin afectar el consumo y
digestibilidad del forraje”. También resulta de interés “continuar explorando y
adaptando otras alternativas para limitar el consumo como son los dosificadores
individuales automatizados de suplementos que se utilizan en producciones más
intensivas como las de bovinos para leche o cerdos”.
Para
mayor información:
EEA
Cuenca del Salado INTA Rauch. Av. Belgrano 416
Tel.
(02297) 440525
Referentes: Sebastian Maresca
E-mail: maresca.sebastian@inta.gob.ar