De
arriba a abajo
Monitoreo satelital en la Cuenca del Salado.
Aportando información y datos para el análisis y la
mejora productiva, desde
la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA, se continúa trabajando
en el monitoreo satelital del estado de la vegetación.
A
través de un informe reciente los técnicos del INTA han presentado las
observaciones del “comportamiento de la vegetación durante
el otoño y principios de invierno, para siete
partidos de la Cuenca del Salado”.
La información “surge del
análisis de lo presentado en SEPA: Herramientas satelitales para el seguimiento
de la producción agropecuaria”,
originada en el Área de Observatorio Permanente de los Agroecosistemas del
Instituto de Clima y Agua (CIRN-INTA).
Según comentan los técnicos la zona
norte y sur de la Cuenca, “mostraron diferencias marcadas durante el verano,
las cuales han tenido impacto durante el otoño”. En zona norte, “las
precipitaciones de fines de verano generaron un exceso de forraje de verano, que
repercutió en el reemplazo de especies de invierno y en el éxito de las
promociones”. La zona sur, “sufrió una situación de escasez de forraje durante
el verano, lo que redujo la posibilidad de confección de reservas”.
Al respecto los analistas señalan que “el
aumento de las precipitaciones de los meses de abril y mayo en la zona centro
de la Cuenca, se ve reflejado en el aumento de biomasa hacia fines del otoño,
pero el mismo no en todos los casos llegó a compensar la falta de forraje
observada en el verano”.
En la mayor parte de los partidos
analizados, “la evolución del índice verde del corriente año, se asemeja
bastante al del 2014, el cual mostró una mayor disponibilidad de biomasa
durante todo el invierno y la primavera”. Sin embargo, “la situación actual,
con un nivel de precipitaciones hasta el momento que supera el 70 % de la
precipitación anual y la saturación del perfil de suelo lleva a que se observen
varias zonas con serios problemas de accesibilidad”.
Con
las recorridas de las áreas de influencia de la EEA Cuenca del Salado
analizadas desde el satélite, los referentes del INTA pudieron comprobar que “a
campo surge para la zona de Azul que el estado corporal de la hacienda era
bueno (EC: 3) hasta principios de junio en rodeos de cría destetados muy
temprano y hubo recuperación de aquellos que lo hicieron tardíamente con buena
oferta de forraje de verano”.
Los
porcentajes de preñez “fueron variables como consecuencia de stress térmico
producido por la sequía de verano e
insuficiente oferta de forraje”. Para la zona de Chascomús “la condición
general de la hacienda fue buena para entrar al invierno, pero posiblemente la
situación de excesos hídricos en algunas zonas de la cuenca obligue a
concentrar la hacienda durante el invierno en ambientes altos, por lo cual
sería conveniente disponer de reservas forrajeras o evaluar la posibilidad de
fertilizar los forrajes implantados o potreros de campo natural que posean
buena cantidad de especies invernales” (raigrás, gaudinia, poas, entre otras).
Para la zona de Maipú, Dolores y Rauch, “los encharcamientos e inundaciones han
cambiado las rutinas de manejo, debiendo utilizar las media lomas antes de
tiempo para escapar del agua”. El pasto consumido dada la urgencia de la
inundación va a faltar a la salida del invierno y por eso se debe contemplar alguna
alternativa de alimentación para Agosto y Septiembre con las vacas paridas y
próximas a entrar al servicio”.
Con
la información analizada y la experiencia de trabajo en la región los técnicos
de la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA destacan algunas
consideraciones de manejo mediante las que señalan que “la falta
de piso y la falta de reservas confeccionadas a tiempo, complica el manejo
general, por lo que sería necesario intensificar el seguimiento de la condición
corporal de la hacienda”.
De ser necesaria la concentración de los
animales, por reducción de la superficie del campo por exceso hídrico, “es
importante asegurarse que los mismos tengan acceso a rollo u otra fuente
complementaria de alimento” (silo, grano).
En cuanto a la sanidad y la nutrición de los
rodeos los técnicos resaltan la importancia de controlar la presencia de casos
de hipomagnesemia y debilitamiento general, evaluando de modo simultáneo la
proporción de animales que van a llegar en condición corporal adecuada al
servicio, para suplementar a aquellos que se encuentren en condición corporal
inferior a 3.
Finalmente sobre el manejo sugieren, de ser
posible, “evitar que la hacienda transite
por los bajos salados porque son
los que más sufren el pisoteo” y si todavía quedasen algunos terneros cola al
pie de la madre en el campo, “sacarlos del establecimiento para que la madre
pueda recuperarse para el próximo servicio”.
Para
mayor información:
EEA
Cuenca del Salado INTA Rauch.
Av.
Belgrano 416 Tel. (02297) 440525
Referentes
Ariela Cesa | José Otondo | Alejandra Casal | Mariano de la Vega | Daniel Coria
E-mail:
cesa.ariela@inta.gob.ar