Producción sustentable

Claro como el agua
Relevamientos sobre manejo de efluentes en tambos familiares.

El agua es esencial para la vida y crucial para las economías y los ecosistemas. Su escasez o el deterioro de su calidad pueden afectar directamente las perspectivas a largo plazo del desarrollo sustentable.

Los modelos de producción, bajo los criterios de la sustentabilidad, contemplan técnicas y manejos que buscan optimizar el uso del agua, dado que la buena gestión del recurso es imprescindible para los agroecosistemas.

Considerando que para la producción agrícola y ganadera la gestión del agua se ha convertido en una herramienta indispensable, el INTA a través de un grupo de técnicos de la Estación Experimental Cuenca del Salado, del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar-Región Pampeana y junto a la Subsecretaría de Producción del partido de Punta Indio, han realizado un trabajo de diagnóstico, junto a familias de productores tamberos de la zona de Verónica (Partido de Punta Indio).

Mediante una recorrida por tambos elaboradores de masa para mozzarella de la región “se realizaron relevamientos de infraestructura hídrica, manejo y usos del agua domiciliaria y con fines productivos, como también del destino de las aguas residuales”.

Según comentan los técnicos a cargo del trabajo “los productores visitados tienen entre 11 y 40 vacas en ordeño y producen entre 180 y 800 litros de leche al día, lo que representa entre 20 y 90 Kg de masa mozzarella”. La superficie dedicada a tambo “varía entre 40 y 100 hectáreas y en dos de los casos relevados los propietarios alquilan campos cercanos para cultivar sorgo y maíz para ensilado y alfalfa”.

Los datos obtenidos “fueron volcados a croquis para representar espacialmente la ubicación de la infraestructura de captación y disposición de las aguas residuales y las distancias relativas entre estas y las instalaciones del tambo”.

Estado de situación:

Los partidos de Magdalena y Punta Indio integran la Cuenca Lechera de Abasto Sur de Buenos Aires, cuenta con un total de 551 tambos y aporta el 17 % de la producción láctea de la provincia. Los establecimientos en general, están gestionados por productores familiares con bajos niveles de capitalización, algunos son propietarios, pero también los hay arrendatarios y en algunos casos, empleados o medieros rurales. A su vez se los encuentra relegados por su pequeña escala productiva, bajos niveles de adopción de tecnologías, informalidad legal y fiscal, irregularidad en la producción y escasa organización. Si bien las actividades productivas son diversas, la mayor parte de los establecimientos se dedica a la fabricación de masa para mozzarella y quesos.


En relación a la infraestructura disponible en los tambos de la región, con el estudio del INTA se pudo observar que mayoritariamente “existe una única perforación para los diversos usos (domésticos y productivos)”. Los productores “desconocen las características constructivas (profundidad, colocación de camisa, cementado y filtros) de las perforaciones más antiguas, y en el caso de las perforaciones más recientes se tiene solo información parcial”.

En cuanto a la calidad del agua Técnicos de la Subsecretaría de Producción de Punta Indio facilitaron la toma de muestras de agua y su envío para análisis a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata. Sin embargo, con la recorrida se observó que “solo uno de los productores visitados cuenta con análisis detallados de calidad de agua, y está finalizando los trámites para la habilitación del tambo”.

Manejo de efluentes:

Las características físicas, químicas y microbiológicas determinan la calidad del agua, y la calidad del recurso influye de manera directa sobre los agroecosistemas. Dado que un manejo inadecuado de los efluentes puede ocasionar serios problemas de salud y ambientales, el relevamiento realizado por los técnicos del INTA contempló los aspectos relacionados al manejo de las aguas residuales.

Al respecto los técnicos observaron que “la práctica más difundida es su conducción, mediante diversas estructuras (zanjas cavadas, canaletas de material) hacia zonas bajas del terreno circundante o hacia cavas que resultan del movimiento de tierra para elevar las instalaciones del tambo”. En algunos casos “las aguas residuales se disponen cerca del sector de ordeño y es común que las zanjas de conducción se colmaten de sólidos y deban abrirse otras para facilitar la descarga”. Las cavas, cuando existen, “no están impermeabilizadas ni tienen bordo o taludes inclinados, por lo que reciben agua de escorrentía, con la consecuente erosión y desmoronamiento de sus bordes”. Además, la falta de impermeabilización facilita la entrada de patógenos y otros contaminantes como nitratos hacia las napas freáticas, comprometiendo la calidad de las fuentes de agua para consumo.



“Los pluviales de los techos confluyen con las corrientes que conducen las aguas residuales, aumentando el volumen de estas”, señalan los técnicos del INTA, indicando que “las prácticas actuales de manejo del agua y los residuos trae como consecuencia el deterioro del entorno próximo a las instalaciones productivas y los hogares de los pobladores”, generándose así condiciones de vulnerabilidad en el hábitat, que “afectan la salud y calidad de vida de la familia rural”. Estos factores repercuten “no solo sobre el ambiente físico (contaminación de napas, suelo y cursos de agua superficial) sino también sobre la salud animal y la calidad de los alimentos elaborados”.

En acción:

El diagnóstico de la situación ha sido el disparador de un proyecto de trabajo junto a las familias productoras de la zona de Verónica. Es así que, según adelantan los referentes del INTA Cuenca del Salado y el IPAF-Región Pampeana, “en los próximos meses se seleccionarán los establecimientos para trabajar con la propuesta de depuración de las aguas residuales”. En primera instancia “se realizaran visitas en el horario de ordeño con la finalidad de observar la rutina de limpieza y los usos del agua”. Esto “permitirá trabajar junto a los productores en prácticas tendientes a reducir el consumo de agua”, explican los profesionales.

Como parte del proyecto y para determinar el volumen de agua utilizada (y su variabilidad) “se instalarán medidores en los tambos seleccionados”. El registro de los consumos, junto a la caracterización fisicoquímica de las aguas residuales, “permitirá definir las alternativas de tratamiento o manejo que mejor se ajusten a cada sistema productivo”.

La tarea será complementaria a un proceso de capacitación mediante la realización de charlas y jornadas junto a productores y técnicos de diversas instituciones, entre las que se han comprometido el INTA; la Subsecretaria de Producción del Partido de Punta Indio, la Dirección de Producción del partido de Magdalena, la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, el CEPT N°29 de Payró, y el CEA N°16 Bavio, para discutir la problemática y posibles líneas de acción en el sector lechero de la región.

Para mayor información:
Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar Región Pampeana (IPAF-RP), Programa Nacional de Agua.
Referentes: Joaquín Córdoba | Alejandra Moreyra
EEA Cuenca del Salado – AER Chascomús
Referentes: Lisandro Butler | Marco Calvetty | Dante Huinca
E-mail: cordoba.joaquin@inta.gob.ar; butler.lisandro@inta.gob.ar