Bajo la lupa
Determinación de prevalencia de Varroa.
La varroasis es una enfermedad causada
por un ácaro parásito, Varroa destructor, que afecta a las abejas en
todos sus estadios de desarrollo. En la actualidad representa un problema importante
ya que reduce los rendimientos y produce mayor mortalidad de las colmenas
enteras, influyendo directamente en pérdidas económicas para la actividad
apícola.
Esta afección se manifiesta con signos
clínicos evidentes, que van desde la presencia de parásitos sobre la abeja
adulta y en fase avanzada alas deformadas, hasta el despoblamiento y posterior
muerte de la colonia.
Para evitar esta problemática en la
Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA, sus técnicos trabajan con
pautas establecidas por un protocolo sanitario basado en el monitoreo y
diagnóstico de campo en forma temprana, “para
determinar los porcentajes de infestación del ácaro en estado forético”.
El control de las enfermedades de las
colmenas demanda determinar la prevalencia de las diferentes enfermedades en el
apiario y para ello “se deben realizar como mínimo dos inspecciones sanitarias
al año, en otoño previo a la invernada y en primavera con anterioridad a la
multiplicación del apiario.
Resulta fundamental el monitoreo de Varroa en tiempo y forma para
determinar el índice de infección
Para mantener la competitividad,
“lograr bajas cargas de esta parasitosis durante todo el proceso productivo” es
fundamental. El momento de monitoreo se debe ajustar de acuerdo a la realidad
de cada región, pero como mínimo se deben realizar a fines de mielada, pre
tratamiento, post tratamiento y salida del invierno.
Procedimiento de Inspección de primavera:
El trabajo metodológico y ordenado, con
el registro de datos, a partir de un procedimiento determinado, optimiza el
manejo del apiario. El alcance del procedimiento “abarca todas las acciones de
inspección que se realizarán al interior de la colmena y que permitirán obtener
información a partir de la observación visual; así como también, las acciones
que surgen de los monitoreos de varroa y nosemosis respectivamente”, explican
los especialistas del INTA.
Al llegar a las colmenas “se debe observar
el estado general del apiario en el intento de identificar cualquier anormalidad
que pudiera afectarlas”, determinado la secuencia en que serán inspeccionadas
las mismas, de manera tal que al concluir la inspección de una colmena se
continúe con la próxima e inmediata de la fila y así sucesivamente, no
debiéndose saltear colmenas”.
Posteriormente, “para el monitoreo de
nosema y varroa, se deben elegir al azar un mínimo de seis colmenas o un máximo
del 10% por apiario, teniendo en cuenta de no seleccionar las mismas colmenas
para ambos muestreos”.
En el caso de detectarse nosemosis los
profesionales sugieren “no muestrear colmenas ubicadas en los vértices extremos
del apiario; colmenas que hayan sufrido desabejado o colmenas que presentan
algún signo clínico de la enfermedad”, al tiempo que proponen “tapar las
piqueras una vez seleccionada la colmena”. Ambos muestreos deberán realizarse
en el orden de inspección asignado a dichas colmenas.
Para comenzar con la inspección al interior de la
colmena “se procederá a sacar de la misma el segundo cuadro del lateral que
posea menos abejas –luego el tercero y así sucesivamente hasta revisar todos
los cuadros- apoyando una de las paletas sobre el techo de la colmena y el
cabezal junto al borde superior del lateral de la cámara de cría
correspondiente”. De este modo se revisaran mediante la observación visual,
todos los cuadros de ambos lados – incluyendo los vacíos- con la finalidad de
detectar la presencia de posibles enfermedades de la cría; como así también,
colmenas muertas, zanganeras y huérfanas. Una vez inspeccionada la totalidad de
la colmena se procederá a ingresar los cuadros, respetando el orden en el que
fueron retirados.
Como acción de fortalecimiento de la sanidad de las
colmenas de la región los técnicos apícolas la Estación Experimental Cuenca del
Salado del INTA, junto con los Grupos de productores de Cambio Rural, han
implementado una estrategia de control que contempla seis monitoreos. Los mismos
se realizan al fin de mielada, durante el pre y post tratamiento de otoño, a la
salida del invierno y en el pre y post tratamiento de primavera.
La acción se complementa con análisis de
resistencia en lugares donde existen brotes de la enfermedad y la rotación de
acaricidas de síntesis con orgánicos.
El aporte del INTA se concreta con la asistencia
técnica a los productores mediante el aporte de información, recordándoles
siempre que “es clave realizar el monitoreo de Varroa en tiempo y forma para
saber el índice de infección, utilizando acaricidas aprobados por SENASA para
garantizar una liberación lenta y continuo del acaricida y logrando mayores
niveles de efectividad del producto frente a la enfermedad”.
Para mayor información:
Referentes: Técnico Apicola Daniel Poffer INTA PNAPI Cuenca del Salado.
Agencia Rauch - 01168491057
Leandro Frígoli INTA - EEA Cuenca del Salado.
Agencia Azul 02281470