Ensayo con cebada


Por el campo
Estudio del comportamiento de variedad silera.

Los cereales de invierno son una alternativa estratégica para la confección de forrajes de alto valor nutricional en los sistemas de producción intensivos de carne y leche de la región de la Cuenca del Salado. 

El uso del ensilado de estos cereales de invierno resulta importante para equilibrar las dietas en planteos de alta producción, balanceando muy bien la calidad y permitiendo también un buen aporte de fibra efectiva. La cebada es la especie que mejor destaca esta relación.

“La selección de suelos aptos y un manejo diferenciado del cultivo permiten lograr mejoras en los resultados, comentan los técnicos de la Estación Experimental Cuenca del salado del INTA que realizaron un ensayo para “determinar el potencial productivo y la calidad nutricional  de una cebada para silo”.

Para la experiencia, en condiciones a campo, se puso bajo observación el comportamiento de la variedad “Silera INTA”, teniendo como referencia “estudios realizados en la EEA Bordenave que determinaron que la variedad granífera Silera INTA tiene un potencial de rinde elevado, dado que con la misma se ha obtenido hasta 14.000 kilogramos de materia seca por hectárea, de los cuales 6.000 kilos corresponden al grano”.

Aportando información los profesionales indican que “mejores ambientes producen mayores cantidades de grano y materia verde” y agregan que “si se aplica fertilizante nitrogenado en etapas más tardías del cultivo, como la encañazón, es posible elevar 1-2 puntos el porcentaje de proteína”, algo que resulta un factor importante en el plano nutricional. Estos aspectos tienen gran impacto generando una mayor dilución de los costos por kilo de materia seca digestible.


El ensayo se realizó en un campo ubicado en el Cuartel V del Partido bonaerense de Azul, instalando un lote de 15,3 hectáreas con la cebada variedad “Silera INTA” destinada a la producción de silo de planta entera. La siembra se hizo sobre un suelo de Aptitud de Uso Clase IIIs, con trigo/soja de segunda como cultivo antecesor. El análisis de suelo realizado el 4/08 mostró los siguientes resultados (Tabla1).


Según cuentan los profesionales a cargo del trabajo el manejo agronómico contempló “el control de malezas durante el barbecho con una aplicación de Glifosato, Metsulfurón y Piclorán. La siembra fue realizada el 10 de julio de 2017 con una sembradora de directa grano fino a una distancia entre líneas de 21 centímetros a chorrillo. El poder germinativo de la semilla fue del 96 %, la densidad de siembra 130 kg/ha con un logro de 240 plantas/m2 medido a los 17 días posteriores a la siembra”.

Para la fertilización “fueron utilizados 100 kilos por hectárea de Fosfato Diamónico en la línea de siembra y se distribuyeron 120 de UREA en aplicación, dividida los días 29 de septiembre y 25 de octubre”. 

El corte y picado del cultivo se realizó a principios de diciembre mediante la utilización de una picadora autopropulsada con corte directo y embolsado, cuando las plantas de cebada se encontraban con el grano en estado pastoso - lechoso.

El ensayo contempló la determinación de los parámetros de calidad definidos por el porcentaje (%) de materia seca (MS), materia orgánica (MO), digestibilidad de materia seca (DMS); proteína bruta (PB); concentración de la acidez (PH); almidón (ALM); fibra en detergente neutro de pared celular (FDN) y energía metabolizable (EMet), mediante análisis en el Laboratorio de Nutrición y Evaluación de Calidad de Forrajes de la EEA INTA-Balcarce.


Con el ensayo los técnicos del INTA Cuenca del Salado determinaron que “el rendimiento en materia verde fue de 16,21 toneladas por hectárea y 6,24 de Materia Seca” con un costo de confección de la materia seca de 0,97 pesos por kilogramo. 

Estos resultados dan cuenta que “la variedad granífera SILERA INTA mostró un buen comportamiento productivo y excelentes parámetros de calidad en el silo”.

En cuanto al manejo los profesionales señalan que “la liberación temprana del lote permitió la realización a tiempo de cultivo de moha, destinado a la henificación”, “una alternativa muy apta para sistemas mixtos”.

El ensayo bajo condiciones reales de producción permitió al INTA comprobar que para la nutrición de los rodeos “la disponibilidad de un silo de planta entera en el periodo de verano es interesante para quienes realizan invernada, y una buena alternativa para suplementar la recría durante el verano, o reemplazar pasturas cuando hay limitantes de oferta forrajera”. Al respecto los técnicos de la Experimental Cuenca del Salado indican además que “la calidad del silo es excelente para la alimentación de vaquillonas, vacas secas y vacas hacia la lactancia, por la calidad de su fibra y los niveles de proteínas requeridos por estas categorías”.

Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado. AER Azul.
Av. Perón 1015 (7300), Azul Tel/Fax. (2281) 424760
E-mail: aerazul@inta.gob.ar
Ing. Agr. Mariano Benjamín de la Vega | Ing. Agr. Gregorio Ruiz