Uso de verdeos en
pastoreo o reservas.
Los verdeos son cultivos que generan
elevada producción de forraje por hectárea en una época del año donde los
recursos perennes suelen disminuir su crecimiento y calidad nutritiva, sobre
todo en zonas donde la posibilidad de implantar alfalfa muchas veces se
encuentra limitada por el ambiente.
Estos cultivos presentan una alta
versatilidad, pudiendo utilizarse estratégicamente en los sistemas ganaderos a
lo largo del año, tanto en pastoreo directo como reservados.
En un contexto productivo caracterizado
por un incremento en la proporción de cultivos anuales en las cadenas
forrajeras, con diferentes fines de uso, desde la Estación Experimental Cuenca
del Salado del INTA, sus técnicos han relevado el comportamiento a campo de
distintos verdeos de verano utilizados para pastoreo o reserva forrajera. A
partir de ensayos realizados dentro de los módulos de producción de carne y
leche instalados en la Chacra Experimental
Integrada Chascomús (INTA-MAIBA), así como también en experimentación
realizada en campos de productores de la zona, generan información calificada y
descriptiva sobre modos de producir y usar los verdeos de verano.
Formas
de utilización:
Los verdeos de verano “presentan la gran
ventaja de poder utilizarse estratégicamente en distintos momentos del año”,
indican los profesionales del INTA, destacando que “durante el verano en la
región suelen presentarse condiciones que deprimen las ganancias de peso de los
animales, ya que en esa época el crecimiento de las pasturas perennes de ciclo
otoño-inverno-primaveral es escaso y se produce una marcada caída de su calidad”.
Una alternativa interesante para los
técnicos es “la siembra de gramíneas como sorgo o moha, que son de rápido
crecimiento inicial y pueden ser pastoreadas a partir de 40-45 días de
sembradas, o la soja, que si bien demora un poco más el primer pastoreo, ofrece
una excelente calidad y permite un buen control de malezas”.
Por otro lado, si las condiciones climáticas
de esta estación son favorables, “se puede aprovechar el alto potencial de
producción de materia seca de estos cultivos para generar reservas y
estabilizar los sistemas de producción, transfiriendo el forraje generado hacia
el invierno, mediante la utilización de diferentes tecnologías (diferimiento en
pie, henificación, ensilaje, etc.)”. Esto, según los profesionales, “permite
atenuar el bache de producción de forraje invernal que se produce todos los
años debido a las bajas tasas de crecimiento tanto de pasturas perennes como
del pastizal natural” (Figura
1).
Producción
en función de momento de utilización:
Las mayores producciones de forraje por
hectárea en gramíneas (sorgo, moha y maíz) “se alcanzan cuando estos cultivos
se dejan acumular hasta el final de su estación de crecimiento”. Sin embargo,
los referentes del INTA advierten que “los parámetros de calidad de estos
recursos disminuyen rápidamente a medida que avanza su ciclo, sobre todo a
partir de la etapa de floración, donde se incrementa el porcentaje de fibra y
se reducen los porcentajes de digestibilidad y proteína”. (Figura 2).
Aprovechamientos tempranos realizados
durante el mes de enero ofrecen raciones de alta calidad (75% de digestibilidad
y 14-15% de proteína), mientras que en aprovechamientos más tardíos
(abril-mayo) su calidad baja considerablemente (55% de digestibilidad y 7-8% de
proteína). “Una alternativa es la utilización de soja para pastoreo, ya que
ofrece una elevada calidad nutricional, sobre todo en lo que hace al porcentaje
de proteína, el cual se mantiene en el tiempo a través de los pastoreos”. (Figura 2). Esta especie se utiliza como verdeo
de verano en algunos planteos de altos requerimientos como invernadas o tambos,
en zonas donde la factibilidad de implantar alfalfa muchas veces se encuentra
limitada por calidad de suelo.
Para
mayor información:
INTA EEA Cuenca
del Salado. CT Cuenca Norte.
Mitre 202; Chascomús. Tel. 02241 42-5075 | 43-6690
Referentes:
Ing.
Agr. Mariano Cicchino
E-mail:
cicchino.mariano@inta.gob.ar